Juan Carlos Junio – Intervención en la sesión del 13 de marzo de 2013 de la HCDN en la que se rindió homenaje a la memoria del comandante presidente Hugo Chávez.

Sr. Junio.- Señor presidente: en primer lugar, quiero expresar nuestro profundo dolor por la desaparición física de este gran e irreemplazable hombre de América. Ya que aquí se hizo mención a los orígenes del comandante Chávez, quiero decir que en mi opinión no es fruto de ninguna casualidad de la historia. Es la expresión legítima del pueblo venezolano masacrado en el “caracazo”; es la expresión de miles y miles de trabajadores humildes, de hombres y mujeres de Caracas y de Venezuela masacrados en las calles de esa ciudad.
Chávez expresa a la gran mayoría de ese pueblo que prontamente lo elige, a través del voto, presidente de la Nación, porque lo representa, porque a lo largo de catorce años ese pueblo humilde mayoritariamente sigue apoyando y votando al ya presidente Hugo Chávez.

Con Chávez sentimos que compartimos una historia común sustentada en raíces históricas y comunes por un proyecto de justicia, igualdad, soberanía y humanismo para concretar el sueño colectivo de una revolución americanista.

Tras décadas de entrega de nuestras riquezas naturales, de genocidios, de crímenes sin nombre, amaneció en nuestro continente un nuevo tiempo que sólo puede comprenderse como parte de un largo camino histórico de nuestros pueblos.

Chávez fue una expresión colectiva del presente, y su obra se proyecta al futuro como parte del camino iniciado hace más de quinientos años. Es la continuidad de las batallas emprendidas por los originarios insurrectos, por los afrodescendientes cimarrones, por Bolívar, por San Martín, por Moreno, por Artigas, por Martí y por Fidel.

En el interior de Venezuela fue protagonista central de la creación del Socialismo Bolivariano e impulsó novedosas formas que fueron configurando una nueva sociedad, comunas, empresas autogestionadas y misiones sociales, anunciando ya otro presente y otro porvenir para su pueblo.

El comandante marcó un camino de reformas estructurales profundas, revolucionarias, ampliando y enriqueciendo la democracia representativa, configurada históricamente por los sectores dominantes. Las reglas de la Cuarta República fueron transmutadas a partir de un triunfo político y cultural que fue el desarrollo de una subjetividad y una conciencia emancipadora, sustentos sobre los cuales se montaron los sucesivos procesos electorales.

El cambio de época que venimos atravesando tiene como manifestación la emergencia de una pléyade de nuevos presidentes que expresaron la nueva coyuntura. Hugo Chávez fue el primero de ellos, desarrolló una alianza estratégica y de afecto con Néstor Kirchner, quien también ofrendó su vida en la lucha por la unidad de nuestros pueblos. Además fueron protagonistas principales junto a Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Cristina Fernández, Lula Da Silva, Dilma Rousseff y Pepe Mujica.

El pueblo venezolano seguramente seguirá afirmando la perspectiva chavista con el triunfo de Nicolás Maduro contra la derecha reaccionaria y oscurantista que representa Capriles.

Vencer es el compromiso colectivo que asumimos, compañero comandante, para hacer que aquellos sueños por los que viviste y moriste se conviertan en realidades de justicia y dignidad.

¡Hasta siempre, comandante Hugo Chávez!

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