Derrota, debate y próximas luchas

Página/12 | Opinión

bunkerEl pronunciamiento electoral fue claro: una mayoría decidió apoyar la propuesta emergente de la alianza entre J. Milei y M. Macri, consagrada en el abrazo del candidato presidencial con P. Bullrich en el set de TN, perdonándose las agresiones y agravios anteriores. El triunfo mileista estaba dentro de las previsiones, aunque debemos reconocer que fue inesperada la amplitud con que se impuso.

El acontecimiento abrió una lógica expectativa entre los millones de ciudadanos/as que lo votaron, y una fuerte incertidumbre en los once millones y medio que apoyaron y militaron la propuesta de Unión por la Patria.

Las primeras declaraciones del Presidente electo, si bien no se compadecen con el ritual escénico de la campaña, ratifican la visión ideológica, el rumbo político y el modelo económico que venía formulando.

En el campo popular se abrirá un debate ineludible para ponderar las causas de la derrota de la fórmula que expresaba el proyecto político opuesto al de la derecha, y recogía la necesidad de avanzar en un sentido popular de más distribución de la riqueza y defensa de los derechos civiles y culturales conquistados durante el kirchnerismo.

Como siempre, las causales son múltiples, concurren fenómenos diversos, comenzando por las insatisfacciones económicas, particularmente el tema de los precios que afectan cotidianamente tanto a amplísimos sectores humildes y clases medias, como así también factores ideológicos y culturales que modelan reacciones sociales y emocionales, que generaron una pulsión favorable “al cambio” que presentó como eslogan el acuerdo Milei-Macri.

Esa consigna propagandística, que no se compadece con un cambio verdadero hacia el progreso de mayorías sino del retorno a viejos recetarios ultraliberales, logró interpelar a una parte decisiva de la sociedad.

Todo indica que existía una desilusión que viene desde el frustrante gobierno macrista, rechazado y derrotado en las urnas en el 2019, y también con las expectativas no cumplidas por la gestión actual. Esa disconformidad se potenció con la densidad del mensaje pertinaz del establishment mediático de la antipolítica. La derecha logró articular la disconformidad ya en punto de enojo y distanciamiento afectivo de franjas importantes de la sociedad; en conducta política-electoral. Esa compleja operación ideológica del traslado de valores individualistas e insolidarios finalmente se logró plasmar en el voto.

Los debates sobre las causales de la derrota se deben desplegar con un espíritu crítico y autocrítico, que posibilite una reflexión sin formalismos ni concesiones, que a la vez priorice el elemento esencial: la unidad del conjunto de las fuerzas políticas y culturales.

Esta premisa es determinante, ya que los debates en ciernes deberán convivir con la disposición a la lucha para afrontar la coyuntura que estará definida por la iniciativa política del nuevo gobierno, impulsado por el triunfo electoral.

Habrá que asumir las consecuencias del plan de gobierno de la dupla Milei-Villarruel, que no son otros que los del neoliberalismo ortodoxo, cuyo símbolo máximo fue exhibido en el debate: Margaret Thatcher y su apotegma: “la sociedad no existe, sólo existe el individuo”, aquí y ahora traducido a la idea de la libertad individual que habita en el mercado, que arreglará todas las relaciones económicas y sociales.

Esa idea dominante, no tiene nada de original, salvo el cambio de envase. Ya la practicó Martínez de Hoz, y luego la desplegó en toda su magnitud un gobierno civil: el menemismo, que ahora seguirá aportando sus cuadros profesionales, para este retorno del experimento thatcheriano, retomando la fórmula criolla de drominización: rematar el patrimonio nacional, muy particularmente el valor más preciado por las corporaciones multinacionales y locales, nuestros valiosísimos recursos naturales, particularmente los energéticos y mineros.

Se proponen privatizar Y.P.F. (su presidente será un cuadro de Techint), Aerolíneas Argentinas, el sistema de medios públicos (Radio Nacional, la TV Pública, Télam) y bajar drásticamente la inversión en todo lo social y cultural.

En cuanto al mito del mercado, asistimos nuevamente al intento de explicarnos que se trata de una sana convivencia en el océano del tiburón con las sardinas. Sabemos quién se comerá al otro.

Lo que viene es lo formulado por los dos candidatos de la formula, y por las primerísimas señales post-triunfo: “unificación de los Ministerios de Trabajo, Educación, Desarrollo Social y Salud”. La traducción es ya conocida: reducción de esas temáticas, a una condición de menor importancia. Ya lo hizo Macri en su gobierno.

El gran tótem que se reitera en estos días es el del “ajuste”, presentado como “inevitable aunque doloroso”. Ya conocemos también quiénes serán los sufrientes (los trabajadores y las clases medias) y quiénes los ganadores y felices beneficiarios.

Se retornará a la “eliminación de la obra pública” con sus gravísimas consecuencias para el crecimiento de la infraestructura del país y para el trabajo de cientos de miles. Se “honraran los compromisos”, siguiendo la sentencia de Nicolás Avellaneda: “aunque sea a costa del hambre y la sed de los argentinos”.

Resulta imprescindible registrar la otra cara de la coyuntura política: la campaña de UxP fue importante. La fórmula presidencial actuó con fuerza y determinación, interpelando a la amalgama de las fuerzas políticas que la conformaron, y muy especialmente se debe valorar la emergencia de una abnegada militancia política, social y cultural que se comprometió en las calles, plazas, desde las barriadas, hasta los ámbitos estudiantiles, científicos, feministas y grandes manifestaciones de la cultura. Se trata de un valioso capital político que se irá sobreponiendo a la derrota, recuperando la confianza y la esperanza, e imaginando nuevas respuestas frente al difícil escenario que se presentará.

Es comprensible que esa militancia y ese núcleo del electorado, desde lo humano, transite un momento de tristeza y desazón, pero se irá recomponiendo en el marco del debate en pos de defender las conquistas sociales y culturales, no sólo de los últimos años, sino de décadas, como así también las identidades políticas, los valores del progresismo, la justicia social, la solidaridad y las instituciones democráticas.

Nota publicada en Página/12 el 23/11/2023

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Ahora, a triunfar

Página/12 | Opinión

massapgEl próximo domingo, el pueblo argentino decidirá entre dos candidatos que expresan proyectos políticos antagónicos. Se pondrá en juego nuestra Democracia, los derechos sociales y culturales conquistados a lo largo de décadas, el sistema jubilatorio, la obra pública, el trabajo y la vigencia de las leyes que lo protegen, la salud y la educación como derecho público, la propia moneda nacional y hasta nuestra matriz política y cultural sobre el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas. La fórmula Milei -Villarruel manifestó públicamente su voluntad de retornar a la política menemista de enajenación de las grandes empresas del Estado, como YPF y Aerolíneas Argentinas, al igual que la propiedad y explotación de los recursos naturales, particularmente los energéticos, como Vaca Muerta, el litio, etcétera. Todo está comprometido. Milei expresa una Argentina que será invivible; por lo tanto preanuncia una sociedad sumida en el encono y la conflictividad.

Este enfoque fue presentado abiertamente a la sociedad: “Que todo explote, para acabar con la basura de la casta política”. El candidato, proclive al descontrol emocional, invoca explosiones e incendios, más allá del camuflaje de los últimos días. Este rasgo se complementa con su formación ideológica, que abrevó en el ultraliberalismo austríaco y el thatcherismo. Consecuentemente, los libertarios declararon su determinación de romper relaciones políticas y comerciales con China y Brasil, ya que sus líderes fueron picados por el “virus del populismo-comunista”.

Los conservadores actuales viraron abruptamente de su canon ideológico tradicional, representando al partido del orden, que siempre incluyó un elemento coercitivo y represivo, para colocarse en un lugar antisistema. Así es que el sistema del poder económico-mediático, sostiene a un personaje que se inviste falsamente de antisistema.

El debate entre los dos candidatos generó una enorme atención. Resulta unánime la opinión del triunfo de Massa. No fue sorpresa, es un político formado y experimentado, y su contrincante un amateur sin experiencia de gestión ni capacidad de oratoria.

En esta crucial instancia gran parte de la sociedad decidió salir a dar la cara y pronunciarse por la fórmula Massa - Rossi, a la vez que los poderes económicos y mediáticos, también decidieron salir para definirse impúdicamente por la opción de ultraderecha del economista “libertario”, y de una cavernícola, reivindicadora de la dictadura de Videla y Massera.

Se aprecia un deslizamiento hacia posturas restauradoras con sus típicos irracionalismos, presentadas como la nueva civilización, que emergerá después del caos y la destrucción de todo lo instituido.

A mucha gente, este inesperado y oscuro proyecto, le resulta inconcebible. Sin embargo, allí está. Diría Mateo 13:19: “el que quiera oír, que oiga… Y al que tiene, se le dará más y tendrá en abundancia, al que no tiene, hasta lo que tiene se le quitará.” Es notable la vigencia del pasaje bíblico. El viejo Mateo, hace dos mil años, ya advertía sobre mercaderes, quienes en su afán de acumular riquezas, no trepidaban en avasallar al prójimo. Ahora ya modernizados, incorporaron el odio clasista, contra las minorías y el feminismo, y a los que denuncian y luchan ante el desastre ecológico originado por las grandes corporaciones que envenenan al planeta. Su rasgo odiador incluye al Papa Francisco, al que llama “el imbécil ese que está en Roma”, agrediendo a cientos de millones de personas que tienen una legítima creencia religiosa.

Pero seamos objetivos, su perorata valora positivamente a “los argentinos de bien”, aunque no se aclara quiénes son. Resulta inevitable inferir que en esa elite no entran docentes, profesores, médicos, científicos, obreros, cooperativistas, pymes ni beneficiarios de AUH.

Claro que las reservas democráticas de nuestro pueblo son vastas y profundas, fruto de una historia y cultura nacional, cuyas raíces se nutren de luchas por la verdadera libertad desde los inicios de la Patria.

Cada vez son más los posicionamientos de fuerzas políticas de todo tipo, que se manifiestan para decirle NO a Milei, convocando explícitamente a votar por Massa. La voz de la cultura potencia, ya que el pueblo ama a sus artistas: de Wos a Trueno, Fito Páez, Catriel, Dolores Fonzi, Lali Espósito, como todos los artistas que promovieron la multitudinaria “Caminata por la cultura” del sábado pasado, en plena Avenida Corrientes, llamando a ponerle freno a la avanzada reaccionaria. Bienvenidas sean. La historia marca que a la ultraderecha hay que derrotarla a tiempo, antes que sea tarde. Esta gran manifestación de la cultura, superadora de las identidades políticas o estéticas, se transformó en una bisagra. Miles de artistas, docentes de las Ciencias Sociales, se colocaron en un lugar de militancia política.

El macrimileismo confía con razón, en el enorme aporte de los dos principales factores de poder: el económico y los medios de comunicación monopólicos, ya mutados a medios de maceración ideológica.

Algunos reputados “dirigentes de empresa”, como Marcos Galperin, se jugaron abiertamente por Milei, privilegiando la continuidad de sus negocios.

Otros se definen por un silencio vergonzante, aunque desconfían de la inestabilidad emocional de Milei y de sus proclamas económicas catastrofistas, pero siempre reclaman por sus intereses corporativos, pero si la democracia y los derechos generales de la sociedad peligran, optan por callar. La UIA es un claro ejemplo: demuestra con su mutismo que no es ni Unión, ni Industrial, ni Argentina. Son concientes que Milei y Macri llevarán a la desunión, a la desindustrialización y al cierre de pymes, y que no expresa ningún proyecto en defensa o desarrollo de la Argentina. En suma, gran parte de la ciudadanía valora la conformación de una coalición amplia y diversa, que no se resigna ni subordina a la maniobra de aupar en el gobierno a un aventurero. La formula Massa-Rossi expresa a esa Unión por la Patria con plena legitimidad y perspectiva para gobernar nuestro país.

Esperamos que la ciudadanía se vuelque masivamente a ejercer su derecho al voto, lo cual nos alienta y convoca a militar. Restan pocos días. Una vez más, el reto es convencer fraternalmente.

Nota publicada en Página/12 el 16/11/2023

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El camuflaje del Milei “moderado”

Página/12 | Opinión

mileiEn los últimos días se conocieron encuestas que dan ganador a Milei por un par de puntos. A pesar de que el escenario sigue abierto, todo indica que el alivio del primer turno debe transformarse en militancia para asegurar el triunfo de la fórmula Massa - Rossi, asumiendo que el poder y sus múltiples dispositivos económicos y mediáticos no cejarán en su afán por imponerse para tomar el dominio irrestricto del país y sus riquezas. El resultado de las elecciones generó desconcierto y crisis en el dispositivo político de la derecha. La candidatura de Milei se estancó, aunque conservó el importante caudal de las PASO. Sin embargo, los grandes derrotados, con un Macri maquiavélico oficiando de improvisado hechicero, juntaron a Milei y Bullrich en un set de televisión para que se “perdonaran”. Así fue. Un gélido abrazo consagró el contubernio. Lo de fondo es que Macri, como jefe de la derecha anclada en los pliegues del poder económico - mediático, le intervino el discurso, con el fin de borrar su imagen desaforada, para mutarla hacia la de un declarante serio y moderado. La engañosa borratina incluyó el pasaje al arcón de los recuerdos de temas cruciales como dolarización, mercado de órganos y privatización de la educación pública. Va de suyo que las críticas a Zamba y Paka Paka, como aquello de que San Martín no es el padre de la patria, también fueron archivadas.

Fue tan ostensible el viraje hacia el engaño a sus votantes y la opinión pública, que en las propias filas libertarias se inició una suerte de Rebelión en la Granja, como en la novela de G. Orwell, que desnuda la degradación de los poderes inmorales y corruptos. La idea de corruptela no debe entenderse solo para los que roban o coimean. Existen otras conductas inficionadas de inmoralidad: en este caso la mentira a la ciudadanía, a la que un día se la interpela a los gritos, presentándose como quien arrasará con todo lo instituido; y ante el primer contratiempo, en un claro acto de transformismo, pasa a ser un declarante moderado, negando todo lo que les dijo a sus votantes una semana atrás.

En suma, el abrazo oprobioso desnudó la esencia de Milei como personaje fabricado por los medios de comunicación que ampararon y cubrieron sus mentiras presentadas como revolucionarias, cuando en realidad no son más de lo ya marcado a fuego por el sociólogo Discepolín: “Es lo mismo ser derecho que traidor”. Una parte de sus votantes cree que sus ideas presentadas machaconamente con un formato supuestamente irreverente, en realidad no serán llevadas a la práctica. Ese razonamiento erróneo conduce al alivio del potencial votante a Milei: “Lo puedo votar ya que sus dichos y violencias son solo para la vidriera”. Sin embargo, no habría razones para que no se proponga aplicarlas, ya que ese es su pensamiento y su verdadero propósito, más aún si es legitimado por el voto ciudadano. En tal situación, su Vice no trepidará en reivindicar oficialmente a los dictadores Videla y Massera, en tanto él avanzará en su mentada dolarización e impondrá su sistema de vouchers en escuelas y universidades públicas. Siempre lo presentó abiertamente, no dudará en hacerlo. De ocurrir, la resistencia a esas políticas será muy fuerte, como así también la conflictividad social. Así las cosas, los medios monopólicos de comunicación, ya iniciaron la esperada ceremonia de taparse la nariz y apoyar la candidatura Milei – Villaruel. Coherentemente con su aprehensión visceral a los proyectos populares, se deslizan hacia la crítica a Massa copiando la gastada fórmula del anti kirchnerismo, ahora reiterada por el tándem Milei - Mauricio, todo lo cual es acompañado por el silencio cómplice del establishment.

Justamente los grandes empresarios supeditan a sus prejuicios ideológicos sus propios intereses económicos, y ni que hablar los de la nación y su pueblo. Una vez más su silencio expresa la mediocridad intelectual de esa dirigencia y la subordinación a perimidos arcaísmos ideológicos que obturan todo pensamiento racional. Se allanan a que el destino del país sea conducido por un fanático extraviado, con tal de que no sea gobernado por una alianza política democrática y popular con eje en el peronismo.

La fórmula de Unión por la Patria viene siendo consecuente con su línea de trabajo: gestión e iniciativa desde el Gobierno y firmeza ante los inevitables avatares propios de la conducción de un país. En los últimos meses, las medidas para mejorar los ingresos de millones de ciudadanos fueron muy diversas: eliminación del impuesto a las ganancias beneficiando a 800 mil personas, devolución del lVA, aumentos jubilatorios, créditos a tasas subsidiadas, a monotributistas, asalariados y MiPyMEs, para estimular la producción, el trabajo y el consumo.

En otro orden, el Ministro rompió con la opacidad existente frente a los actos delictivos de los núcleos que especulan en el “mundo financiero”, interviniendo sobre la telaraña de cuevas y otros no tan cueveros como los que sobre y sub facturan en el comercio exterior, estafando al estado y la ciudadanía. Massa en su función de Ministro también frenó con autoridad el intento de lock out de las petroleras que actuaron con el doble propósito de siempre: obtener aumentos desmedidos y crear un clima de zozobra para caldear los ánimos electorales.

Resulta imprescindible destacar la separata enviada al Parlamento junto al tratamiento del proyecto de Presupuesto 2024. El propósito es que se pondere la revisión de privilegios fiscales que benefician a diversos sectores económicos injustificadamente, como la exención del impuesto a los bienes personales por los inmuebles rurales en el exterior. Se trata de un despropósito en términos de justicia tributaria. Sin embargo, la SRA y la mesa de enlace salieron a enfrentar la medida con el remanido cuento de que “se ataca a la producción agropecuaria”. Lo destacable en términos políticos es la voluntad de encarar con decisión a estos nudos del poder que fueron distorsionando el sistema impositivo. En esta temática crucial, el Ministro candidato señaló que “se debe definir una matriz tributaria más justa y progresiva”.

Una vez más se trata de convencer, ya que enfrentamos el reto de ejercer el derecho al sufragio decidiendo nuestro futuro y el de la nación.

Nota publicada en Página/12 el 08/11/2023

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Milei, el nuevo elegido de Macri

Página/12 | Opinión

patomileiEl triunfo de la fórmula Massa - Rossi por una diferencia significativa va condicionando el escenario electoral con vistas al momento decisivo del 19 de noviembre. La derrota anunciada de la pretendida derecha “clásica”, inficionada por elementos de odio e irracionalismo, del que era su competidor- enemigo, dejó a ese espacio político en crisis identitaria y ante una inminente ruptura. El desconcierto de los diversos agrupamientos conservadores es notorio, agravado por la evidencia de la mano de M. Macri, el verdadero titiritero. Sus manipulaciones fueron llevando a la derrota a sus supuestos hijos predilectos: primero R. Larreta, posteriormente P. Bullrich, para luego ofrecerlos como víctimas propiciatorias al altar de su nuevo ídolo, Javier Milei. Desde la derrota del 2019 en la que el electorado lo botó, todo lo que toca Mauricio se degrada, como en “La peste escarlata de Jack London”. Ahora convoca a ir tras el nuevo líder de la derecha, a quien en realidad apoyó desde el inicio de la campaña porque “comparto sus ideas”, burlándose de su propia fuerza política y sus electores. En suma, ya queda clarísimo que Milei es Mauricio, y que la alianza surgida de esa acción contranatura, más propia del cambalache mentado por el gran Discépolo; intentará navegar a la deriva sin ninguna propuesta a la sociedad. Todo indica que “la genial estrategia” consistente en derrotar al kirchnerismo es tan primitiva como subestimatoria del entendimiento del pueblo. Y además viene de un ruidoso fracaso. No se trata de subestimar a la eventual sumatoria que va emergiendo de ese contubernio, aunque está en pleno desarrollo su crisis y los eventuales reposicionamientos de diversos sectores, particularmente la base radical agredida explícitamente, incluyendo la descalificación de sus símbolos históricos, como Alem, Yrigoyen y Alfonsín.

Más increíble aún es entender como lograrán reconvertir a Milei para transformarlo en presidenciable. Y cómo se desdecirán de sus ruidosos eslóganes: dolarización, cierre del Banco Central vía dinamita, eliminación de subsidios y todo tipo de servicios sociales incluyendo la privatización de jubilaciones y pensiones, apertura total de las importaciones, venta de empresas públicas y arancelamiento del sistema hospitalario y educación pública (“porque alguien tiene que pagarla”), entrega irrestricta de los recursos naturales incluyendo la privatización de mares y ríos. La lista continúa con otras gravísimas originalidades para mostrarse como un revolucionario anti todo: “el cambio climático no existe”, ya que lo que está ocurriendo responde a un fenómeno geológico originado hace millones de años. Libertad a la portación de armas, eliminación de las leyes protectoras de los derechos de trabajadores y trabajadoras. Pero a esta mezcla de ortodoxia neoliberal austríaca, con consignas propagandísticas cargadas de irracionalismos ya usados por diversas ultraderechas en otros tiempos, no podía faltarle su desprecio a la democracia a la que culpa de nuestros males durante estos 40 años. Desde este sofisma como base, el candidato presidencial adhiere a la reivindicación explícita de la dictadura videlista y la negación de los 30 mil detenidos desaparecidos, que reivindica su candidata a vicepresidenta Victoria Villaruel.

Este incompleto listado se sustenta en dos líneas centrales que motoriza el candidato de Macri: la principal es la aplicación extrema de la ideología ultra neoliberal. Una suerte de thatcherismo presentado en forma primitiva, pero que responde a esa visión ideológica, no solo de la economía sino también de la sociedad y sus valores. El otro elemento que se corresponde con ese contenido es la forma de expresarse, arrasando con los modos actuales, presentándose desde afuera del sistema “ante la crisis moral de la casta política y su fracaso económico”, a partir de lo cual destruirá todo lo existente, generando luego un “renacer civilizatorio”.

El trío Macri, Bullrich y Milei confía una vez más en los dos factores de poder que los sostendrán hasta la puerta del cementerio, con tal de cerrarle el paso a su odiado populismo: los medios de comunicación y el poder económico. Los primeros ya lo demostraron en las PASO. Cabe preguntarse si el fracaso rotundo de sus editorialistas, transformados en vulgares propagandistas inventando operaciones que ya no impactan en la decisión del votante; persistirán en esa práctica amarillista. En cuanto a los grandes empresarios locales y extranjeros y sus organizaciones como AEA, han vuelto a errarle al chicotazo, por sus prejuicios ideológicos y su infinito afán de dominio de la economía y de sus ganancias obscenas. El resultado eleccionario desnudó su ya insalvable mediocridad que apuesta a cualquier variante y/o candidata/o que les prometa la continuidad de su poder. Ese nucleamiento gran-empresario expresa a un capitalismo fugador de riqueza, que no se imagina parte de un proyecto político social autónomo propio de un país soberano que aspira a compartir con el conjunto de la sociedad un lugar respetado en el mundo. Esa falta de sentido nacional los conduce a excluirse políticamente, y a remitirse a una práctica menor de lobbismo ventajero, a costa del estado y de cualquier proyecto popular que se proponga redistribuir riqueza a favor de las mayorías sociales.

El triunfo de UxP afirmó ante la sociedad la perspectiva de la fórmula Massa - Rossi para dirigir los destinos de nuestra Patria. Siempre resulta determinante la unidad de la fuerza política, particularmente cuando se trata de una coalición de partidos y movimientos sociales como es UxP, con eje en el peronismo. En tal sentido se va ampliando el espectro de nuevos apoyos desde afluentes diversos, a la vez que la militancia fortalecida por la victoria, se compromete a una fuerte acción que asegure un triunfo asumiendo que el poder no declinará en su afán por imponerse, ni abandonará su escrupulosidad típicas del manual de las últimas semanas previas a los comicios. En los próximos días, no hay nada más importante que convencer, ya que todas y todos somos ciudadanos ejerciendo igualitariamente el derecho al sufragio decidiendo nuestro destino y el de la nación.

Nota publicada en Página/12 el 03/11/2023

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Triunfa la política de ideas y convicciones

Página/12 | Opinión

781305-781305-3-a-leandroteysseire-0_0El triunfo rotundo de la fórmula Sergio Massa - Agustín Rossi de Unión por la Patria es el hecho determinante de la elección del domingo pasado, que condiciona la próxima fase de la confrontación con la opción de la ultraderecha de Javier Milei y Victoria Villaruel. Dos proyectos ideológicos y económicos antagónicos se enfrentarán ante la ciudadanía el 19 de noviembre.

Como había anticipado Cristina Kirchner oportunamente, la disputa fue de tres tercios: dos opciones conservadoras inficionadas por ideas y simbolismos propagandísticos, que extremaron su discurso con consignas violentas, descalificando a la alternativa de UxP. Una de ellas desde un aggiornado irracionalismo, típico de las viejas ultraderechas; que se presentaba arrasador, y al cual la mayoría de la sociedad se sometería. Sin embargo, el pueblo con su voto decidió no ir alegremente hacia el precipicio que proponía un vulgar aventurero, inventado exitosamente por las corporaciones mediáticas a fuerza de exhibirlo irrestrictamente en sus pantallas televisivas. Una vez más, los núcleos tradicionales del poder político, económico y mediático fueron deslizándose a privilegiar la derrota del gobierno popular, más allá de sus aciertos y limitaciones. Primaron sus prejuicios antiperonistas y de las otras expresiones que confluyen en la coalición de UxP, por encima de su meneada prédica democratista de defensa de “los valores fundamentales”. Unos fueron con Milei, y otros con JxC de Bullrich. Ocurrió lo previsto: la fracción del poder que se alineó con su partido liberal conservador de JxC fue la gran derrotada. Los “errores” de Bullrich no solo devienen de sus limitaciones intelectuales y su pertinaz oportunismo político. La causa principal del fracaso fue su ideología y el propósito político de la fuerza que representó, cuyo eje de campaña, “yo derrotaré al kirchnerismo” no prendió en el electorado. Quedó demostrado que esas ideas ancladas en el prejuicio son anacrónicas, propias de minorías anquilosadas que no tienen relación con las demandas de la sociedad.

Sus “propuestas” en materia económica fueron más de lo mismo del recetario fracasado del modelo liberal, aunque lo haya formulado su ventrílocuo Carlos Melconian.

El falso libertario chocó con la sociedad democrática que tomó la decisión de pararlo. Hubo conciencia que había que detenerlo antes de que sea tarde. No pasó eso de reivindicar a la dictadura videlista y negar a los 30 mil desaparecidos. No pasó eso de que las Malvinas son de los dos mil kelpers de la corona británica. No pasó la privatización de la educación pública, tampoco el rechazo a la universidad nacida de la Reforma del 18, ni la crítica falsa y primitiva a San Martín, tampoco los insultos descalificantes al Papa, ni la exaltación de un individualismo extremo y grotesco que justifica la venta de niños, órganos o la privatización de mares y ríos.

Otro elemento significativo que desnudó el comicio fue el fracaso de los grandes medios, que actuaron impúdicamente fabricando operaciones escandalosas para erosionar a UxP. Sus mentiras, como el invento del “dólar Clarín” a un valor inexistente, la caída “catastrófica” de los depósitos bancarios, la potenciación del episodio del “chocolatero”, e incluso el despliegue extraordinario del acto inmoral de Insaurralde, no influyeron en la decisión del votante. Las portadas de los medios hegemónicos y sus comunicadores sometidos a lógicas amarillistas no convencen ni modelan la conducta de la ciudadanía.

Por su parte, el triunfo de Massa estuvo sustentado en una campaña de ideas programáticas para el presente y el futuro, saliendo al encuentro de las demandas populares.

Desde su función de ministro de Economía tomó la iniciativa con el propósito de reparar el daño que viene ocasionado la persistencia del aumento de los precios, mostrando un rumbo con la mira puesta en la mejora de los ingresos y el nivel de vida del pueblo. En este sentido asumió un compromiso muy determinante: “Muchos de los que me votaron son lo que más están sufriendo, no les voy a fallar”. Fueron también valoradas por el electorado las acciones desplegadas desde el Estado para frenar a los especuladores que medran con los fondos públicos para enriquecerse, eludiendo impunemente la legalidad. Se va instalando la sensación de que Massa y su equipo decidieron enfrentarlos, particularmente a los que utilizan connotados estudios falseando la documentación de sus negocios internacionales.

En suma, UxP actúo unido tras su fórmula presidencial, y sus candidatos desplegaron una campaña a la ofensiva, dejando atrás debates infructuosos y asumiendo las deudas sociales que quedan de la actual gestión. La postura sobre la deuda con el FMI, fue la de rediscutir el acuerdo, compartiendo la visión de Cristina, de que en los términos actuales es imposible de asumir. El crecimiento de la figura presidenciable de Massa fue acompañado con una actitud consecuente de diálogo con los distintos afluentes ideológicos y políticos de la sociedad. Un elemento muy determinante para el desenlace electoral fue el “factor Kicillof”. La contundencia de su triunfo demuestra que la ciudadanía valora que sus representantes se sustenten ideológicamente y que sobre esa base, desplieguen una gestión eficiente y cercana a la vida y a las necesidades de su pueblo. El gobernador en todas sus intervenciones públicas fijó posición con un fuerte contenido político: el domingo no solo valoró y agradeció a la militancia, también reiteró su rechazo a la dictadura, reivindicó a los 30 mil detenidos desaparecidos, a nuestra soberanía sobre Malvinas y muy especialmente a Cristina como líder, a la vez que se solidarizó frente al intento de magnicidio.

En suma, una gran parte de la ciudadanía valoró que se esté conformando una coalición amplia que no se resigna ni subordina a los poderes económicos, que va mostrando que si hay determinación política se puede avanzar en medio de las brumas del “no se puede”, y que vale la pena defender la democracia. Falta recorrer un mes decisivo, en el que habrá que vencer los obstáculos existentes y los que irán surgiendo. La masiva presencia ciudadana volcada a ejercer su derecho al voto nos alienta y convoca a militar y a luchar por convencer. Una vez más de eso se trata: en estos días, luchar es sinónimo de convencer.

Nota publicada en Página/12 el 28/10/2023

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Democracia popular o conservadurismo

Página/12 | Opinión

sobreCelebramos los 40 años de democracia, conquistados con un valioso esfuerzo de nuestro pueblo, durante los que asistimos a momentos de zozobra política y penurias económicas. La causa de fondo ha sido la pertinacia del poder económico, mediático y político en su afán, propio de su naturaleza capitalista en fase depredadora; que no trepidó en acosar y debilitar a los gobiernos populares. Su único norte fue y es potenciar sus ganancias para luego extranjerizarlas, legalmente o mediante la fuga. Su sentido de democracia ha sido inficionado por la ideología thatcheriana de la época, sustentada en una visión extrema del individualismo y del rol del capital como motor de la historia y de la vida humana. La líder de la política ultraliberal formulaba su apotegma para los tiempos: “la sociedad no existe, solo existe el individuo”.

Desde allí viene la disputa por imponer esas ideas y principalmente sus valores y principios culturales, que irían modelando la conducta de los pueblos. Debemos asumir que desde su dominio económico, que se imbricó con el poder de los dueños de los medios de comunicación, constituyeron una fuerza de facto que ha ido imponiendo uno de sus propósitos más deseados: que los valores culturales vinculados a las relaciones sociales, laborales y familiares, inculcados desde sus infinitos voceros, se trasladen a la decisión del ciudadano/a sobre la política, sus gobiernos y particularmente sobre el voto.

Mediante esta obstinada operación ideológica y política, horadan a los gobiernos populares que despliegan proyectos sustentados en otras ideas y propósitos, esencialmente asociados a la concepción de democracia económica amalgamada con la de igualdad, reivindicando el principio de justicia social y soberanía política. Durante los años de la primera oleada de gobiernos populares, que en nuestro país se expresó en las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner, se reafirmó la línea americanista retomando la tradición de los fundadores de nuestras patrias en el continente.

En las actuales circunstancias históricas, determinantes para la vida y el porvenir de nuestro pueblo, emerge nuevamente la disputa entre los dos proyectos políticos antagónicos. Las visiones ideológicas van quedando cada vez más claras: P. Bullrich y J. Milei se proponen un alineamiento irrestricto con las grandes potencias capitalistas, particularmente con Estados Unidos y el FMI. Unión por la Patria, por el contrario, plantea una política exterior independiente y soberana, sustentada en relaciones políticas y económicas con todos los países, privilegiando el interés nacional y una perspectiva de defensa de nuestros recursos naturales. La idea de autonomía nacional incluye la defensa de la paz, de los derechos humanos, la oposición a las situaciones de guerra evitando que los estados poderosos desplieguen políticas de ocupación y neocoloniales, como en nuestro caso con las Islas Malvinas.

Las derechas de Milei y Bullrich proponen la aplicación del modelo ultra concentrador devaluacionista ya practicado y fracasado en tiempos recientes de Menem, Cavallo, Melconian y M. Macri. La fórmula Massa - Rossi, reivindica la idea opuesta: mejora del salario e ingresos de los trabajadores y las clases medias con el fin de crecer, sobre la base de distribuir, ya que en nuestro país lo que sobra es riqueza. La pobreza es la consecuencia de un proceso de incremento de las fortunas de una minoría de oligarcas, que se presentan como “modernos empresarios que bregan por el trabajo y el crecimiento”. Unos se proponen liquidar los avances relacionados con la igualdad de género logrados en los últimos años por un notable movimiento feminista con una fuerte impronta juvenil. La opción de UxP se nutre del movimiento de mujeres y diversidades en pos de avanzar hacia una democracia más justa y auténticamente igualitaria. Las derechas rechazan la educación pública, proponiendo la privatización en todos los niveles: “modernos vouchers” o sea arancelamiento; con lo cual tanto la escuela como la universidad se irán transformando en un privilegio de minorías. Por su parte, el proyecto popular defiende la tradición de lo público en la educación: desde el sarmientinismo de los liberales, la gratuidad universitaria del peronismo y las iniciativas del kirchnerismo de ampliación presupuestaria, fortalecimiento de las escuelas técnicas, de la ciencia y tecnología, de la Educación Sexual Integral y creación de nuevas universidades.

A este brevísimo racconto habría que agregar el negacionismo explícito de la ultra derecha de los 30 mil desaparecidos, y la reivindicación lisa y llana de la dictadura videlista, inconcebible para toda la ciudadanía democrática. La campaña electoral desnudó la conducta oportunista del poder económico-mediático: unos siguen apoyando a la derecha clásica (Macri/Bullrich), ahora inficionada por las ideas extremas del otro candidato de su espacio, y otros se inclinan por el auténtico ultra conservador y su socia aspirante a la vicepresidencia, quien reivindica a los dictadores Videla y Massera y al régimen policíaco del comisario Etchecolatz.

Otra situación que ofrece la soberbia prematuramente triunfalista, fue la protagonizada por el candidato a jefe de Gobierno mileista R. Marra, quien desde la financiera de su familia ensayó una teatralización victimizándose de la denuncia presentada por el presidente A. Fernández por intimidación pública. Este señor que se auto percibe español y critica a Paka Paka, ya que no soporta la militancia de Zamba contra “los realistas” de Fernando VII, pretende revisar la historia, “por lo que me dice mi mamá que es profesora”. El candidato que teoriza temerariamente sobre las crisis económicas del país, recordó al Rodrigazo y a la híper de Alfonsín, pero olvidó el plan económico de la dictadura y a su Ministro estrella Martínez de Hoz. Ya que estaba en plan de “olvido” también se salteó lo relacionado con los 90s, a su inspirador Menem, y la implosión de todas las políticas conservadoras; el levantamiento popular del 2001 dramáticamente reprimido.

La ciudadanía enfrenta en las urnas este trascendente dilema: las dos variantes conservadoras del mismo proyecto político, económico y cultural, contra la propuesta democrática y popular de la fórmula Massa Rossi.

Nota publicada en Página/12 el 20/10/2023

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Cambiar la vida en nuestra ciudad

Página/12 | Opinión

votacionUna vez más el derecho al sufragio otorga a la ciudadanía porteña la oportunidad de redefinir en qué ciudad aspiramos a convivir los 3.215.000 seres humanos que la habitamos. Partimos de la premisa que M. Macri, R. Larreta y P. Bullrich, o sea el PRO, la gobiernan hace 16 años. Asistimos a un proceso agotado, que ha generado falencias muy severas para la vida del pueblo; consecuentemente aspiramos a imaginar y asumir en plenitud un destino distinto, generando un gran cambio que se debe hacer desde la política, haciendo del voto el instrumento para su materialización. La saturación de noticias y opiniones abrumadoras por parte de los grandes medios de comunicación define la agenda e impide pensar y debatir lo principal: cuales deben ser los valores culturales, humanos, educativos y económicos que determinan el modelo de ciudad presente y futura al que aspiramos. Lo que ya está clarísimo es que no podemos continuar con la visión ideológica y las políticas actuales que han conducido a una ciudad insana, insegura y sumida en contradicciones agudas, conformando un medio social y ecológico cada vez más invivible. De continuar con estas políticas se acentuará la escasez de espacios verdes, las temperaturas serán insoportables en verano, nuestro río será inaccesible para la gran mayoría de porteños/as, las moles de cemento obstruirán cada vez más la iluminación solar, colapsarán los servicios públicos, aumentará la contaminación sonora, ambiental y visual, todo lo cual se potencia con el funcionamiento de un tránsito irracional que incluye la imposibilidad de estacionamiento. Las crecientes desigualdades en el acceso a la salud, la educación y la cultura se profundizarán por la explícita oposición ideológica a todo lo público y sus consecuentes recortes presupuestarios. Se impone una planificación de la ciudad que responda a los cambios culturales, tecnológicos y productivos, pero pensando en la mejora de la calidad de vida de los diversos afluentes de la ciudadanía.

En términos ecológicos, si bien no se trata de presentar escenarios apocalípticos, debemos asumir que el actual rumbo y accionar político porteño es cada vez más funcional a los capitalistas constructores de moles, que ya han invadido los barrios con su único afán de lucro, especulación inmobiliaria y financiera avasallando el espacio público y lo que todavía sobrevive de suelo y verde. Sobre esta temática, el Secretario General de las Naciones Unidas afirmó: “hemos abierto las puertas del infierno”. Poco han importado a las potencias capitalistas globales y conglomerados empresarios las advertencias científicas en relación a las ya dramáticas manifestaciones del cambio climático. En la lista de políticos, economistas y formadores de opinión que hacen oídos sordos a esta problemática, se encuentran los autoproclamados libertarios, quienes ya no ocultan su desprecio por las cuestiones ambientales, sustentando abiertamente la doctrina de que el cambio climático no existe. Se trataría de una ficción, ya que en realidad asistimos a una fase histórica natural e inevitable, que deviene de millones de años de la vida del planeta. Lo que se propone esta “teoría” irracional es ocultar la responsabilidad de los verdaderos culpables de la catástrofe civilizatoria: las corporaciones capitalistas globales que en su afán de lucro ilimitado han intoxicado y destruido mares, ríos, bosques y ciudades, comprometiendo así la propia existencia de la vida en el planeta.

En correspondencia con los afanes de negocios y negacionismos, la actual gestión larretista utiliza maniobras e informes dignos del personaje de Los Simpsons, el corrupto alcalde Diamante de la ciudad de Springfield. Sería gracioso si fuera una serie de TV, pero como es real, resulta claramente impugnable. El gobierno de JxC a sabiendas de que, producto de su irrefrenable política de venta de espacio público, está lejísimos de los 15m2 de verde por habitante que recomienda la Organización Mundial de la Salud, realiza una contabilización engañosa para llegar a 7m2 de verde por habitante. Para tal fin computa impúdicamente hasta la tierra de los macetones y de los cementerios. El número verdadero expresa la llegada a un punto crítico: el promedio real es de 4m2 de verde por habitante. Un ejemplo tan grande como simbólico de estas políticas es el caso de la venta de los terrenos del ex Tiro Federal al emporio Eskenazi, al igual que los terrenos de la Costanera Sur para el conglomerado IRSA, como así también el intento de privatización de la Costanera Norte a pesar del rechazo ciudadano y judicial. Las consecuencias son evidentes: habrá más departamentos para el negocio de alquiler temporario, y menos inquilinos con posibilidad de alquilarlos o comprarlos. Se trata de un claro caso de corrupción, ya que resulta imposible aceptar que fue la suerte de los Eskenazi la que posibilitó la compra a 1300U$S el metro cuadrado en Núñez.

Mientras estos súper millonarios continúan haciendo negocios con sus moles y cementos, en nuestra ciudad continúa creciendo la pobreza y la indigencia. Según el diario Clarín del 23/09, en un año la indigencia subió del 7,5% al 10,2% (315 mil personas) llevando la pobreza al 27% (830 mil personas), una cifra récord salvo durante la pandemia. Por su parte el 39,6% de niñas, niños y adolescentes de 0 a 18 años residen en hogares en condiciones de pobreza (271.500 personas). Así es que un tercio de los pobres son menores de 17 años. Destaca también que en los hogares encabezados por mujeres, la incidencia de la pobreza es mayor frente a los que tienen como jefe a un varón. Concluye el informe que en el último año la clase media descendió del 50,8 al 45,1%. Números y porcentajes aparte, cientos de miles de las familias con la que convivimos a diario se debaten en la pobreza.

Se trata entonces de imaginar otro modelo de ciudad más igualitaria entre los distintos estratos sociales, mejorando el respeto y la sensibilidad de los ciudadanos entre sí, y todas y todos hacia el espacio público común. En lugar de expulsar a pobres y a minorías hay que integrarlos con programas económicos y culturales específicos fomentando el contacto y la comunicación convivencial, en una ciudad que privilegie el cuidado común del medio ambiente.

Nota publicada en Página/12 el 11/10/2023

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Presente y futuro de las cooperativas

Pablo De Micheli

coop1seleccionada-aperturaLa sala Osvaldo Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini fue el escenario de la charla «Los desafíos del presente y futuro de las cooperativas», que contó con la presencia, como oradores, de Zaida Chmaruk (vocal del directorio del Inaes); Ernesto Giacomini (coordinador de MARCA, de la Dirección de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura de la Nación); y Natalia Stoppani (integrante de la dirección del CCC); en tanto que la moderación estuvo a cargo de Juan Carlos Junio, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.
La jornada también contó con la participación de Verónica San Martín y Patricia Arpe, del departamento de Consultoría y Proyectos del IMFC, respectivamente; Alfredo Saavedra, secretario del consejo de administración del IMFC; Valeria Mutuberría, del departamento de Entidades Sociales del Banco Credicoop; y Luis Pablo Giniger, integrante de la dirección del CCC. Entre los presentes estuvieron representantes de cooperativas culturales, de videojuegos, gastronómicas, de comunicación e integrantes del colectivo Mujeres con megáfono.
Junio fue el encargado de abrir el encuentro: «Estamos convencidos de que el cooperativismo se va valorizando cada vez más como una alternativa, asociativa, productiva, un modo de integrarse y relacionarse en el trabajo con una perspectiva que llamamos solidaria», dijo el también director del CCC. «Hay un crecimiento fuerte en el mundo entero del reconocimiento a la función de las cooperativas». 
Por su parte, Chmaruk señaló: «El capitalismo tiene una crisis de reproducción de su capital, una crisis de acumulación y, principalmente, una crisis de paradigma que después de la pandemia se agudizó. En ese mundo hay más de 3 millones de cooperativas y mutuales que tienen asociadas al 12% de la población mundial. Es decir, más de 1.000 millones de personas optan, elijen y hacen una parte de su vida de manera asociativa».
Luego, la funcionaria del Inaes resaltó que: «El 10% del trabajo registrado del mundo es trabajo generado por formas asociativas. Es decir, que hay más de 280 millones de personas que tienen su sustento de vida a través de entidades asociativas, principalmente las cooperativas. Las 300 cooperativas más grandes del mundo –continuó– representan un capital de 2,8 billones de dólares. Y dentro de estas 300 cooperativas más grandes del mundo, tres son argentinas, dos vinculadas con el agro, como ACA y AFA; y la otra es el Banco Credicoop».

Momentos difíciles
Llegado su turno, Giacomini señaló: «Hasta la creación de Marca, en el Ministerio de Cultura no existía un programa que atienda a las cooperativas, que se preocupe por su formalización, que se preocupe por expandir el cooperativismo en el sector cultural, y que incluso amplíe los sectores culturales». «En Marca –contó luego Giacomini– logramos tener un objeto propio para el sector cultural para que se cooperativice. Gracias a este convenio hoy son más de 1.000 cooperativas de las industrias culturales en el país, en solo un año y medio».

«Hay que resaltar el encuentro que estamos teniendo, porque asistimos a momentos sociales y económicos muy difíciles –reflexionó Stoppani al comenzar su intervención–, y estamos atravesando todavía, creo yo, el momento pospandémico. Que este encuentro sea en una institución como el IMFC, que sabe albergar a entidades que se definen por lo colectivo, me parece que es bastante celebratorio». Y luego continuó: «Nuestras entidades, desde su práctica y desde su concepción, tienen una vocación contrahegemónica y promueven prácticas verdaderamente alternativas al statu quo. Nuestra concepción de economía social y solidaria es aquella que pone en el centro las necesidades de las personas, algo que al capital no le interesa», resaltó.
«Nuestra concepción parte del cooperativismo transformador, es decir, que nosotros no consideramos que las cooperativas son una rueda de auxilio al sistema capitalista, sino que tenemos una propuesta de vida totalmente diferente –dijo Stoppani–, y es imprescindible pensar en el proyecto político que sea capaz de albergarlos como entidad». Y ya para finalizar señaló: «La decisión de ser cooperativistas es una decisión política que tiene como eje la integralidad de la vida de las personas, acompañado por la convicción de ser con otros, de vivir con otras, de creer en la vida colectiva como forma de realización y emancipación».


Nota publicada en Acción 06/10/2023

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Revisionismo mileista: “Tienen la cabeza llena de ratas”

Página/12 | Opinión

mileiocampoEn los últimos días, los principales referentes políticos de la ultraderecha autoproclamada “libertaria” se lanzaron a intervenir en la lectura de nuestra historia, poniendo el acento en la figura de San Martín y en el proceso de liberación nacional del colonialismo español.

El principal protagonista de esta “revisión histórica” es Emilio Ocampo, uno de los referentes de Javier Milei, cuyo currículum exhibe su formación y pertenencia ideológica: ex Citibank, ex Chase Manhattan Bank, ex Morgan Stanley, Master Bussines Administration (MBA) en la Universidad de Chicago, profesor de historia económica y finanzas de la ultraliberal UCEMA. Resulta incontrastable la condición de experto en finanzas y economía. Sin embargo, es incomprensible que los medios de comunicación lo presenten como “historiador”. Si observamos sus opiniones, se aprecia que actúa como un opinólogo político sobre acontecimientos cruciales de nuestra historia patria, sin respetar las nociones básicas de la metodología de análisis de esta ciencia social, y además, procede con un temerario forzamiento de los acontecimientos, con el propósito imposible de “probar su tesis”. Según relata el periodista Daniel Santoro (Clarín), el pretendido historiador afirma que San Martín es un mito creado por Bartolomé Mitre en su libro Historia de San Martín y la emancipación sudamericana.

El Sr. Ocampo -que dice orgullosamente ser descendiente de Carlos M. de Alvear, quien traicionó a San Martín y le propuso al embajador inglés en Río de Janeiro: “queremos ser colonia británica”- también afirma que San Martín no debe ser considerado Padre de la Patria, ya que esa caracterización alimenta la falsa idea de la excepcionalidad argentina. Se nota que al banquero lo perturba que nos valoremos como un pueblo con una identidad fuertemente arraigada en la historia, y con grandes líderes como San Martín, Belgrano, M. Moreno, B. Monteagudo, Artigas, J. J. Castelli y Güemes.

No podía estar ausente la crítica al “caudillismo autoritario, que necesita un líder fuerte que actúa contra los opresores extranjeros y la oligarquía apátrida”. El economista de la ortodoxia liberal reitera la tradicional visión de las elites conservadoras contraria a los populismos y movimientos políticos reivindicativos o revolucionarios de todas las épocas de nuestra historia.

En la misma línea, “descubre” que San Martín estaba subordinado a los británicos, ya que les consultó sobre el cruce de los Andes. La afirmación no responde a ninguna fuente seria, ni a la conducta política que sostuvo El Libertador en toda su actuación a lo largo de esa década crítica y determinante de nuestra historia. Su norte fue siempre la liberación e independencia definitiva del colonialismo español, desde una perspectiva americanista, compartida por los otros grandes líderes de nuestra América: Bolívar, Sucre, O’Higgins.

Otro cuestionamiento esgrimido por el referente de Milei es el supuesto abandono del terreno luego del triunfo de Chacabuco, que habría impedido la derrota del ejército español. El señalamiento es infundado. Luego de la victoria de Chacabuco del 12 de febrero de 1817, y superada la derrota circunstancial de Cancha Rayada, el ejército sanmartiniano derrota en Maipú a los realistas el 5 de abril. Esa victoria será definitiva, ya que el ejército español fue diezmado sellando definitivamente la liberación e independencia de Chile, y abriendo paso a la otra fase del plan: la gran operación marítima que concluiría en la ocupación del Perú. La estrategia político-militar sanmartiniana fue coronada por la entrada triunfante en Lima.

Los voceros de la ultraderecha, se ocuparon también de descalificar al ya querido y legitimado “Zamba”, del canal Pakapaka, muy especialmente entre nuestros niños. El candidato “libertario” porteño, Ramiro Marra, no soporta que Zamba se sienta feliz y orgulloso de su identidad patriótica sanmartiniana. Tanto Zamba como Nina, el Niño que lo sabe todo, la señorita Silvia y el Cauteloso tienen claro quiénes son sus admirados líderes de la revolución americana. El Sr. Marra proclama su condición de español autopercibido y reivindica a los realistas, siguiendo el pensamiento de Mauricio Macri, quien años antes pidió disculpas a “mi querido Rey” de España por la Independencia, concluyendo que nuestros patriotas habían sentido angustia por tener que independizarse.

Pero faltaba que se sume a la campaña ideológica del mileismo otro profesor de la UCEMA. Martín Krause, candidato a titular de Educación en un eventual gobierno de Milei, comparó al Estado argentino con la Gestapo, la policía secreta de Hitler. El “educador” sostuvo que por nuestra ineficiencia crónica, los argentinos habrían matado muchos menos judíos de los que murieron asesinados en la Shoá. Su jefe lo defendió y aceptó “sus disculpas”.

Como dice La Bersuit, estos exponentes de la ultraderecha antidemocrática “tienen su cabeza llena de ratas, te compraste las acciones de esta farsa”.

Lo cierto es que estos falsarios se proponen destruir nuestros valores, vaciando nuestra historia y denigrando a los fundadores que le dieron identidad a la Patria independiente de España, y como reclamó San Martín, de “toda otra dominación extranjera”.

Aprendamos del pensamiento de Rodolfo Walsh: “las clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, ni doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan”.

Estos grotescos personajes de ultraderecha no inventan nada en sus pretensiones de dañar la memoria colectiva y a nuestros símbolos fundacionales más queridos.

Vale la pena, como siempre y más que nunca, recoger el legado sanmartiniano, y su fuerte determinación de cambiar la historia. La liberación de un continente con sus fenomenales riquezas y su identidad americanista en ciernes se transformó en uno de los acontecimientos más notables de la historia humana. Se abría una nueva era.

Aquí estamos, interpelados a la continuidad de la lucha por aquellos sueños todavía inconclusos.

* Juan Carlos Junio es secretario general del Partido Solidario, profesor de Historia (UBA).

Nota publicada en Página/12 el 06/10/2023

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La cultura en la calle: rebeldía y alegría

Página/12 | Opinión

masculturaEl mundo de la cultura tomó la palabra para expresar su rechazo a la ultraderecha en sus dos variables electorales, en defensa de una democracia sustentada en valores solidarios, convivenciales, con sentido social y particularmente cimentada en la perspectiva de la diversidad de nuestra cultura nacional.

El encuentro se desplegó en la Avenida Corrientes de nuestra ciudad, recuperando la calle, el espacio público, como ámbito de expresión política, lo cual posibilitó que los artistas y trabajadores de la cultura se encuentren con su público, quienes participaron del encuentro en su carácter de ciudadanos, como sujetos políticos, abrazándose con los artistas que admiran y aman.

En su declaración manifiestan que la democracia está en riesgo, advierten sobre el crecimiento de la violencia, no solo material, sino también conceptual y simbólica; particularmente por la creciente utilización de un lenguaje que extrema y excluye todo lo diferente, que polariza a la sociedad en “vamos por todo o nada”, que propone “exterminar” a otras identidades políticas que expresan a millones de ciudadanos, todo lo cual generará daños irreparables para la convivencia en Democracia.

Con un sentido constructivo, la declaración valora “las inmensas luchas populares que crearon las condiciones para dejar atrás la argentina de la impunidad”.

El encuentro convocó “a movilizarse, a levantar la voz contra los fantasmas de la represión política y afirma que la única libertad que existe es la que permite y estimula la más amplia diversidad de opiniones, tanto en las cuestiones políticas, como en las estéticas, y respete las decisiones de cada persona sobre sus preferencias en materia de género, religiosas, culturales, o de cualquier índole”.

El núcleo cultural se pronunció contra posiciones sectarias y fanatismos que se manifiesten en descalificaciones insultantes al Papa, y la agresión a Estela de Carlotto, diciendo que “ha sido un personaje bastante siniestro para nuestro país”. Esta declaración de la candidata a vicepresidenta de la Nación Villarruel, quien acompaña a Javier Milei, es una clara manifestación de violencia y hostilidad hacia el emblema más trascendente de la lucha por los derechos humanos. Las convicciones y el coraje de esas mujeres, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y los organismos, fueron la primer avanzada de resistencia frente a los crímenes de la dictadura cívico-militar, interpelando a un gran sector de la sociedad democrática, que fue tomando conciencia y rodeó fraternal y solidariamente a ese núcleo, quien ya había conquistado un gran reconocimiento internacional. Resulta inquietante tener que repasar esta proeza de mujeres como Estela, Hebe y tantas otras entrañables luchadoras, que son un símbolo de lo mejor de nuestro pueblo.

Lo cierto es que una aspirante a la Vicepresidencia de la Nación, reivindica abiertamente a la dictadura videlista y levanta el negacionismo sobre los 30.000 desaparecidos.

Estos temas tan sensibles para nuestra sociedad, como así también los relacionados con las deudas de carácter económico y social, fundamentan la demanda perentoria de la cultura de “más democracia, no menos democracia”. Asumen que existen logros y deudas, pero se trata de afirmar lo logrado, avanzando decididamente sobre los núcleos minoritarios que concentran la riqueza impúdicamente, con el propósito de redistribuirla a favor millones de argentinas/os que viven con grandes carencias, incluyendo al 53% de los menores de 14 años sumidos en situación de pobreza e indigencia.

Los cooperativistas nos inspiramos en el ideario de Floreal Gorini, fundador de nuestro movimiento y del Centro Cultural de la Cooperación. Floreal afirmaba que la madre de todas las batallas es la cultural, dando cuenta de la disputa por el sentido, por la generación de una conciencia colectiva como condición para transformar la realidad, generando una contracultura que afirme y recupere creativamente valores en pos de una nueva sociedad, con justicia y solidaridad social y cultural. En este marco, el arte y el pensamiento crítico cobran un rol fundamental. En ese campo de disputa, la derecha y sus nuevas variantes de ultraderecha, cuentan con un poderoso aparato comunicacional, amalgamado con las grandes corporaciones económicas y partidos políticos, subordinados ya sin pudor, a ese poder real. No obstante, cuando gobiernan no solo recortan la salud, la educación, la inversión pública, y en ciencia y tecnología; también lo hacen con la cultura. El gobierno de Macri degradó al Ministerio de Cultura de la Nación al rango de Secretaría. Esa decisión política implicó menor presupuesto y un recorte de su margen de acción, no sólo para facilitar el acceso a la cultura, sino para financiar y fomentar la producción cultural y la circulación de los bienes simbólicos en los barrios, comunas y ciudades, lo cual habilita desde el arte mayor participación ciudadana, o sea, más democracia.

En la actual contienda electoral, las dos expresiones de la derecha utilizan mensajes de odio polarizantes, generadores de negación de creatividad y de las diversidades y contradicciones propias de toda sociedad humana, o sea, castración de la cultura. El pronunciamiento de la calle Corrientes es concluyente en términos ideológicos: “La construcción del país que soñamos será sobre la base de lo logrado, nunca con destrucción y autoritarismo (…) cuando se celebra la explosión de una bomba o la política de la motosierra, nosotros nos unimos más que nunca para defender la vida y la democracia, la paz y la convivencia (…) Buscan apropiarse de una idea de libertad que es libertad para los poderosos y que los argentinos renuncien de una vez y para siempre a cualquier noción de soberanía (…) Lucharemos por más democracia, con más cultura, más libertad, más arte, más participación y más derechos”.

La cultura ganó la calle, se rodeó de pueblo saliendo al cruce del oscurantismo de la ultra derecha, desde la creatividad, la alegría y el amor, asumiendo con convicción la necesidad de pronunciarse en estos tiempos cruciales para el futuro de nuestro pueblo.

Nota publicada en Página/12 el 27/09/2023

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