Página/12 | Opinión
Intuyeron que debían salir por unas horas de sus lujosas oficinas. Tenían que apoyar a su presidente. Uno imagina que esa neo-oligarquía, como dirían los clásicos griegos, fugadoras de dólares a guaridas remotas, hubieran preferido que su hombre en la presidencia se parezca más a algún culto cogotudo que ofrezca discursos floridos. En cambio tienen que engullirse a este personaje primitivo que los obliga a tener que taparse muy frecuentemente las fosas nasales. Sin embargo, no dudan. Concurren a eventos convocados por el poder económico-mediático a sostenerlo todo lo que puedan. Al reciente encuentro de la Cicyp que aglutina al gran empresariado local y extranjero no faltó nadie. Dieron el presente 326 “líderes empresarios” en el Hotel Alvear, su emblemático ámbito para exhibir poder y riquezas. La petrolera presidenta del evento, Bettina Bulgheroni, amiga de Karina Milei y otrora funcionaria del menemista paladar negro Carlos Corach, no supo de eufemismos literarios. Asumió abiertamente que el proyecto político de la ultra derecha del presidente Milei los representa acabadamente. “Nuestro objetivo es igual que el del Presidente”. No sienten ninguna culpa por ser los verdaderos culpables de los despropósitos del delegado a cargo de la presidencia. Una vez más, actúan según la pulsión que deviene de su conservadurismo constitutivo y de la irresistible tentación del saqueo fácil y rápido del RIGI y las privatizaciones, tras haberle votado la Ley Bases. Estas conductas políticas son propias de capitalistas modelados por negocios a costa de mamar de la teta del Estado y la especulación financiera. Esas plateas a 500 dólares por cabeza se llenan de gente “seria”.
Donde no aparece ningún apoyo es en las convocatorias del Presidente y su hermana en las calles y plazas del Gran Buenos Aires. Los medios intentan, a base de un periodismo muy rústico, desviar los episodios culpando a los “tira piedras kirchneristas”. No pueden eludir las imágenes de absoluta soledad de los hermanos y su grotesca “comitiva”, completada con la transmisión de su candidato aspirante a fascista José L. Espert, huyendo en una moto. Así están las cosas, que obviamente oscurecen el celebrado relato de Milei, culpando a la casta política de todos los males que él mismo está generando contra la vida del pueblo.
Ya que estamos con los verdaderos culpables, se debe registrar que se dirimió la futura presidencia de la Sociedad Rural Argentina. El actual presidente Nicolás Pino, quien se asumió como primer mileísta, fracasó en su aspiración a la re-re. Nadie imaginará que será reemplazado por algún productor pequeño chacarero. Lo sucederá otro exponente de “la vieja oligarquía con olor a bosta”, como gustaba llamarlos Domingo Faustino Sarmiento desde el Senado. Será un estanciero de rancia prosapia: Marcos Celedonio Pereda Born. Linaje le sobra. Completando el cuadro de honor de los verdaderos culpables también fueron consultados los miembros de la selecta membresía de IDEA: ocho de cada diez opinan que en 2026 el país mejorará. Por encima de todo valoran “la estabilización”. En suma, todo el establishment económico y sus socios de los grandes medios están decididos a sostener este proyecto político. Cuentan con la aquiescencia del trumpismo y su equipo de ultras de La Florida y de los grandes financistas de Wall Street.
Nuestra historia y la del continente nos recuerdan que todos estos apoyos tendrán vigencia hasta que ya no puedan sostenerle la gobernabilidad. Esa larga experiencia también enseña que nadie es más infiel que esos poderes locales e internacionales. Claro que las complicaciones no paran de crecer, muy especialmente el rol determinante del parlamento nacional que bate records de creación de leyes en defensa de la vida y los derechos ciudadanos, y volteando decretos antidemocráticos del Presidente, que se fueron constituyendo en un sistema de gobierno. La quimera autoritaria mileísta de liquidar al parlamento, el “nido de ratas”, está siendo derrotada en toda la línea. Por el contrario, se activó una fuerza democrática que se prestigia fortaleciendo la creencia del pueblo de que vale la pena resistir para cambiar la historia. Hay otro frente muy valioso que se viene abriendo camino: las determinantes decisiones de juezas y jueces legitimando las cautelares presentadas por organizaciones de diversos sectores de la comunidad que luchan en defensa de sus derechos. En los últimos días, la jueza Martina Forns frenó el “pase a disponibilidad” de 500 trabajadores estatales. La magistrada sostiene su conducta de impartir justicia, privilegiando el respeto de los derechos ciudadanos y la constitución nacional. Anteriormente había frenado con una medida de su juzgado la intención de desguazar el INTI.
Entre las novedades políticas más importantes debemos registrar la decisión del Plenario de Rectores nacionales en Rosario del 29 de agosto. El título de su resolución lo dice todo: “Si hay veto hay marcha”. Ese es el camino: combinar la militancia por el voto de las fuerzas políticas populares y democráticas; con la disposición a luchar, expresándose en las calles y plazas de nuestras ciudades. Una gran marcha universitaria acompañada por las más diversas organizaciones sociales y el enorme consenso de la ciudadanía, seguramente se puede constituir en un gran aglutinante político en pos de imponer democráticamente las leyes que el pueblo demanda.
Es inminente el pronunciamiento ciudadano del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. El presidente Milei declaró irresponsablemente que “se viene el fraude” y con sus grotescos y violentos simbolismos agregó: “las urnas serán embarazadas por los intendentes”. Tenemos confianza en que el pueblo concurrirá a votar. Una parte muy determinante de la ciudadanía ratificará su apoyo al proyecto popular y al gobernador Axel Kicillof, como ya lo hizo en anteriores oportunidades. Esperamos similar sostén para los intendentes que forman parte de la gestión política cercana a la vida y necesidades del pueblo en cada comuna. Seguramente muchas personas que se encontraban desilusionadas en el 2023 y optaron por Milei, habrán hecho su experiencia sobre sus promesas explosivas, particularmente culpar a la casta política de todos los males, a los corruptos, que todos cobraríamos en dólares, el Banco Central sería incendiado y viviríamos como en Dinamarca. El pueblo tiene la palabra.