Rosario celebró el Día Internacional de las Cooperativas

La convocatoria reunió a dirigentes y funcionarios de toda la región para asistir a la conferencia de Juan Carlos Junio, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, junto a Franco Bartolacci, rector de la UNR.

imfcCon el imponente Espacio Cultural Universitario (ECU) como marco, se celebró en Rosario el 101º Día Internacional de las Cooperativas, día establecido por la Organización de las Naciones Unidas que pone en valor a un movimiento social y económico con más de 3 millones entidades en todo el planeta y que proporciona empleo al 10 % de la población empleada. Encabezada por el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, la celebración consistió en una conferencia a cargo de Juan Carlos Junio, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC). Una gran concurrencia, integrada por funcionarios provinciales, autoridades universitarias y dirigentes del ámbito cooperativo y mutual, colmó las instalaciones del ECU.

“Creemos que nuestra misión está en el vínculo activo, genuino, que establecemos con las causas de nuestro tiempo y claramente la causa del movimiento cooperativo, la agenda del movimiento cooperativo, es la agenda que a la universidad pública moviliza, interpela y compromete”, expresó Bartolacci en su intervención. El rector dijo además que la universidad debe asumirse “como una institución que transforma la vida de la sociedad, que puede cambiarle la vida a la gente” y que esa transformación “se hace de manera colectiva”.
En Rosario y la región, el cooperativismo y el mutualismo, ambas expresiones la denominada economía social y solidaria, tienen una historia centenaria, ligada a la llegada de los primeros inmigrantes. Según datos del gobierno de Santa Fe, hoy hay más de 1800 cooperativas en todo el territorio provincial. De hecho, la localidad de Sunchales fue designada en 1974 como la capital nacional del cooperativismo.
Junio, por su parte, destacó la importancia de la alianza del sector cooperativo con la universidad pública, sobre todo porque, advirtió, en la actualidad “aparecen paradigmas que niegan la reforma universitaria del 18, y que quieren refundar la universidad desde otro punto de vista para ponerla en línea y al servicio del mercado, con las necesidades de las empresas, y no una universidad pública para crear ciudadanía, valores, además de profesionales, que tengan un compromiso colectivo, con un proyecto nacional”. Luego, el también director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, realizó un pormenorizado recorrido por diversos aspectos de la realidad nacional e internacional, en un mundo que se encuentra “en una crisis sistémica” con una brutal desigualdad social y con signos alarmantes de daño medioambiental. Ante ese panorama, consideró vital la unión de sectores que trabajan para revertir esa tendencia y recorrió los desafíos actuales para “el cooperativismo con vocación transformadora”, el lema de la conferencia que colmó las instalaciones del edificio otrora perteneciente al Banco de la Nación Argentina.
Presentaron a los disertantes Iván Pérez, jefe de la filial Litoral del IMFC y Claudia Paredes, integrante del IMFC y del Banco Credicoop. “Las empresas cooperativas son la responsabilidad social hecha empresa” dijo Pérez para graficar el compromiso que este tipo de organizaciones tiene con las comunidades de las que forman parte. Paredes, en tanto, compartió con los presentes la primera resolución sobre economía social y solidaria de la Asamblea General de la ONU el pasado mes de abril, que reconoce cómo la economía social y solidaria “puede contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular en lo que respecta al empleo y el trabajo decente, la prestación de servicios sociales, como los relacionados con la salud y la atención, la educación y la formación profesional y la protección del medio ambiente”. La resolución internacional también destaca el rol de estas organizaciones en la promoción de la igualdad de género, el acceso a financiación accesible, el desarrollo económico local y el crecimiento inclusivo y sostenible.

Fuente: Página/12


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El Centro Cultural de la Cooperación celebra 20 años

ccc“El avance hacia la concreción de la utopía requiere de muchas batallas, pero sin duda, la primera es la batalla cultural”. Con esas palabras Floreal Gorini, creador del Centro Cultural de la Cooperación, primer director y uno de los principales referentes del movimiento cooperativo nacional, marcó un rumbo que comenzó el 22 de noviembre de 2002 con la inauguración del edificio del CCC sobre avenida Corrientes y que este año cumple dos décadas. A pasos del Obelisco y justo enfrente del Teatro San Martín, el CCC habita una avenida muy asociada a la cultura porteña porque en pocas cuadras alberga una gran cantidad de teatros, librerías, bares y cafés emblemáticos.

La historia comenzó a escribirse a fines de los ’90 en la sede del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, tiempos en los que resultaba decisivo construir una nueva subjetividad como forma de resistencia al modelo neoliberal imperante que había generado daños irreparables en una Argentina al borde del colapso. “El CCC nació en un momento muy dramático de nuestro país. Su nacimiento coincidió con un estallido histórico en América Latina que implicó el advenimiento de gobiernos populares, democráticos, de izquierda, revolucionarios. Por lo tanto, la impronta americanista que forma parte del acervo del movimiento cooperativo se encontró con ese fenómeno, impactó en el centro cultural y nosotros también contribuimos desde aquí”, señala su director, Juan Carlos Junio, en diálogo con Página/12.

El CCC forma parte del mapa cultural argentino y tiene participación activa en este ecosistema pero, a la vez, presenta rasgos particulares que le dan su impronta y lo distinguen de otros espacios. Uno de esos rasgos es la apuesta permanente al ideal de la Patria Grande y su aporte a la integración regional. En estos veinte años pasaron por allí figuras claves como Hugo Chávez, Rafael Correa o Evo Morales, quien en 2019 realizó una conferencia de prensa ante el intento de golpe de Estado. Ese mismo año también contaron con la presencia del actual presidente de la Nación, Alberto Fernández.

Cuando se le pregunta a Junio por el legado de Gorini –fallecido en 2004– y la importancia de la batalla cultural, recuerda que él solía decir que el CCC encontraría su identidad no en los enunciados sino en las acciones concretas: “Uno de los objetivos era incorporar una camada de jóvenes intelectuales en las artes, las letras y las ciencias sociales con una impronta ideológica progresista. Yo siempre digo que somos los Salieris de la universidad pública, de la UBA y las del Gran Buenos Aires. Hoy podemos decir que aquellos jóvenes se transformaron en intelectuales importantes: están presentes en los medios, escriben, son funcionarios del Estado, militan en las barriadas. Para nosotros la figura del intelectual debe ser integral, debe legitimarse por su propia disciplina y tener un compromiso con la sociedad y la lucha política”.

Otro de los objetivos era crear un polo cultural sobre la avenida Corrientes para convocar a la ciudadanía. Junio señala que antes de la pandemia asistían alrededor de 130 mil espectadores por año a las tres salas de teatro. El abanico de disciplinas que ofrece la programación es variopinta: desde títeres hasta economía pasando por educación y pedagogía hasta música, teatro o política internacional. “Nosotros defendemos la historia de la cultura nacional en sus diversas expresiones, pero también recogemos la herencia cultural de la humanidad”, destaca Junio.

En 2022 hubo varias actividades para celebrar el aniversario y este sábado a las 16 habrá un festejo en la calle que contará con la participación de Tristán Bauer (ministro de Cultura), Taty Almeida (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), Alejandra Darín (presidenta de la Asociación Argentina de Actores), el diputado Carlos Heller y funcionarios del área de cultura de once países de la región, además de Junio. También habrá un cierre musical a cargo de Guillermo Fernández y el Grupo de Candombe Comparsa Onda Verde.

Los nuevos desafíos se encuentran, según Junio, en las especificidades culturales. “Hay una ofensiva universal y nacional de las ideas de la derecha incluyendo la derecha extrema, entonces gran parte de la batalla cultural hoy pasa por actualizarse para poder responder a eso en términos ideológicos, culturales y simbólicos. Hay un futuro lleno de acechanzas e incertidumbres en todo el mundo y en Argentina también. Gramsci decía que los pueblos no hacen la transformación a la fuerza sino a través de procesos culturales. Nuestro reto siempre es crear, inventar”.

El CCC no es un espacio que se repliegue sobre sí mismo. Muy por el contrario, en estos años acompañó la defensa de los derechos humanos, el trabajo por más memoria, verdad y justicia, la causa latinoamericanista, los reclamos de las disidencias y la lucha feminista en las calles; lo hizo no sólo con enunciados o colgando una bandera gigante por el #8M en los siete pisos del edificio sino también con una agenda de actividades para participar, debatir, profundizar y reflexionar sobre diversos aspectos junto a prestigiosos referentes. Si hubiese que confeccionar una lista con todos los nombres ilustres que habitaron sus salas, no alcanzarían las líneas: intelectuales, políticos, artistas y numerosos colectivos de creadores.

Una década atrás, Junio señalaba como asignaturas pendientes la construcción de un núcleo joven y el trabajo por un mayor federalismo. Hoy dice: “Logramos construir ese núcleo de jóvenes que ya no son veinteañeros pero siguen siendo jóvenes y muy enriquecidos culturalmente. Desde ese punto de vista, creo que cumplimos lo que nos habíamos planteado. Con respecto a la federalización, nos ayudó mucho el cambio tecnológico, tenemos un canal web que se llama Floreal y es muy visitado. Nosotros somos la expresión del movimiento cooperativo nacional y tenemos una justa demanda por parte de las provincias. No creo que hayamos resuelto acabadamente esto pero sí creo que hemos mejorado muchísimo”.

En el CCC la programación no sólo se limita a obras de teatro, conciertos, muestras de arte o proyecciones audiovisuales sino que también abarca áreas de investigación en literatura, historia, crítica cultural, comunicación, fotoperiodismo, poesía o danza. En 2021 se inauguró el Espacio Experimental Leónidas Barletta (Diagonal Norte 943) y además cuenta con una biblioteca abierta al público y un sello editorial. Publicaciones, charlas, jornadas, proyectos de ley, poesías, discos, obras de teatro y manifiestos son algunos de los soportes en los que se materializó este trabajo de dos décadas que hizo valiosos aportes en la batalla cultural de la que hablaba su fundador, bajo los principios de solidaridad y cooperación.

* El festejo por los 20 años del CCC se realizará este sábado a partir de las 16 sobre Avenida Corrientes 1543.

Nota publicada en Página 12 - 12/11/2022

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Proyectos antagónicos

Página/12 | Opinión

paginajc

En seis días se realizarán las elecciones generales legislativas en el país y en nuestra Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí se dilucidará si la distancia entre la opción conservadora y la opción democrática, nacional y popular que arrojó las PASO se reducirá, repetirá o revertirá. En este escenario, debemos asumir en plenitud que el crecimiento electoral de la derecha representa una amenaza real para el proyecto popular y el sistema democrático.

El 14 de noviembre las opciones que se presentan a la ciudadanía se expresan en dos proyectos políticos opuestos de país para el presente y para el futuro. En este sentido, es muy trascendente la definición sobre la integración política del Congreso nacional, las legislaturas y municipios en términos de relación de fuerzas con vistas a los próximos dos años. Pero, además, el proyecto de las derechas se propone, ya sin eufemismos, radicalizar el plan aplicado durante el gobierno de su líder Mauricio Macri, solo que ahora pretenden aliarse con los sectores más extremos, como el del aprendiz de fascista Javier Milei quien en los últimos días se mostró afín al ex presidente, al que excluyó benévolamente de “la casta política”. En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires la derecha no sólo oferta dirigentes “porteños” que van y vienen de un lado al otro de la General Paz, sino que es donde se incuba nuevamente un proyecto presidencial que encararía el jefe de Gobierno porteño.

En esta línea resulta imprescindible mencionar el inmediato alineamiento de Larreta con el futuro embajador de Estados Unidos Marc Stanley, quien exigió perentoriamente que la Argentina realice un viraje en su política exterior hacia los objetivos estratégicos de la gran potencia. El hombre, no trepida en ordenarnos “que en el hemisferio honren nuestros ideales”. Ante lo cual el jefe de Gobierno porteño que se presenta como un centrista moderado, a la hora de la verdad se allana mansamente a este patético personaje virreinal, desnudando una vez más que su postura de centro no es otra cosa que genuflexión frente a los poderosos.

Dos modelos en pugna
En nuestra Ciudad de Buenos Aires, el proyecto neoliberal conservador que ejerce el gobierno desde hace casi 14 años continúa con el constante recorte en educación, salud y cultura, y la ausencia de políticas concretas de fomento al trabajo y la producción. Sostiene con pertinacia su política de venta de tierra pública para los negocios inmobiliarios exclusivos, lo cual implica un abierto desprecio por las identidades barriales, con la ya indisimulada consecuencia de la reducción de espacios verdes. En la misma línea privatista renueva la concesión del subte al mismo grupo empresario quien va rumbo a los 40 años ininterrumpidos de servicio, a pesar de sus deficiencias, las protestas de los usuarios y los multimillonarios e inexplicables montos de subsidios que le aportamos los ciudadanos. Pese a que el gobierno del PRO maneja el presupuesto más alto del país es una de las jurisdicciones que menos recursos destina a la educación, lo cual desnuda una concepción ideológica anacrónica y una clara insensibilidad social si consideramos a la educación como un derecho fundamental de la vida en sociedad. En este tema se pronunció recientemente la justicia que ante la ya crónica imposibilidad de cubrir 20 mil vacantes todos los años, no solo exige que garantice el acceso a la educación pública, le indica que eleve su presupuesto y además solicita pruebas sobre las fantasmales 54 escuelas super publicitadas que nadie conoce.

Por su parte, el Frente de Todos aspira a superarse con respecto al resultado de las PASO, y asumir en plenitud sus ideas y propuestas interrumpidas por la crisis sanitaria global que colocó como prioridad la salud y la vida. Sin embargo, el problema político más importante es la deuda social con una gran parte de nuestro pueblo. Es vital y urgente ir reduciendo la pobreza de 20 millones de argentinos y argentinas, incluyendo a quienes no pueden comer todos los días, a los que ahora denominan “indigentes”. Apoyar a las Pymes mutiladas por las crisis recesivas del modelo macrista, las tasas de crédito confiscatorias y la caída del mercado interno. La inflación, que venía con el impulso del 2018 y 2019 del 45% y 54% respectivamente, debe ser controlada con una fuerte acción de Estado. En este sentido, el despliegue del gobierno en los últimos tiempos encarnado por el secretario Roberto Feletti marca el rumbo. El abordaje de este tema será determinante en los próximos dos años ya que las corporaciones no ceden en su codicia por sostener e incrementar sus tasas de ganancias. Para los monopolios lo esencial es la defensa de su poder excluyente de formadores de precios. No admiten que el Estado regule y defienda a los consumidores que son los ciudadanos y ciudadanas del país. Los grupos empresarios se abrogan esa decisión como un espacio propio, estableciendo que la tasa de ganancia es un valor inmutable y sagrado.

Resulta imperioso para quienes aspiramos a vivir en una ciudad con mejores niveles de vida para todos y todas, mejorar el medio ambiente como parte de una casa común, democratizando el acceso y la calidad de la educación y la cultura. Necesitamos cambiar el sentido político de derecha de la ciudad y ser partícipes de un gran espacio colectivo sustentando en la idea de solidaridad. Quienes venimos de un movimiento democrático y transformador como el cooperativismo, y aportamos al Frente de Todos tenemos la convicción de que Juntos por el Cambio es la expresión de una ideología que quebranta derechos culturales, sociales, políticos y ecológicos para el pueblo argentino. En suma, tanto en el país como en nuestra ciudad resulta imprescindible oponerse al avance de un proyecto insolidario cada vez más distanciado de un humanismo progresista y de un verdadero ideario democrático. Tanto el crucial domingo 14 como los dos años por venir será determinantes para el futuro de la patria. Una vez más confiamos en las reservas democráticas y en el activo protagonismo de nuestro pueblo.

Nota publicada en Página/12 el 09/11/2021

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Conversatorios del CCC - Floreal Gorini / Daniel Jadue: “el pueblo chileno que fue arrancado de la vida política en 1973 resurgió de manera intempestiva”

En una charla con Juan Carlos Junio y Atilio Boron, Daniel Jadue, precandidato presidencial chileno se refirió al rediseño del mapa político en Chile tras las elecciones constituyentes.

junioboronjadue“El pueblo chileno que fue arrancado de la vida política en 1973 y desprovisto de todo sentido de clase resurgió y está de vuelta de manera intempestiva”, destacó Daniel Jadue, precandidato presidencial chileno por el PC de Chile, en un conversatorio con Juan Carlos Junio -director del Centro Cultural de la Cooperación (CCC) Floreal Gorini y secretario general del Partido Solidario- y el politólogo Atilio Boron.

Durante el encuentro virtual, organizado por el CCC Floreal Gorini, Jadue se refirió al proceso de transformación política que se cristalizó en las últimas elecciones constituyentes en Chile. En este escenario, el dirigente destacó el gran protagonismo del feminismo y la juventud. “La unión del movimiento de la juventud con la fuerza de la lucha feminista construye una sinergia que los convierte en protagonistas absolutos. Una lucha que tenemos que asumir como propia para cambiar el modelo porque sabemos que neoliberalismo y patriarcado son dos caras de la misma moneda”, afirmó.

“En este contexto hay otra buena noticia y es que partidos antineoliberales (algunos tradicionales y otros más contemporáneos) han logrado una unidad de propósito y programática que le ha permitido obtener victorias contundentes contra los partidos del modelo y los del orden”, agregó.

Además, Jadue fue elegido por tercera vez alcalde en la Comuna de Recoleta. El dirigente llevó a cabo allí una gestión centrada en lo social con un modelo de precios justos implementado en odontología, ópticas, farmacias y librerías, entre otros rubros. Algunas medidas se han trasladado a más de 150 gobiernos locales, incluso gestionados por partidos de derecha. También se democratizó el acceso a los recursos y se creó una universidad popular abierta con más de 120 mil alumnos al año. “Esto generó un cambio y una transformación cultural notable. Transformamos la realidad desde la base del modo de producción y no desde la superestructura política que creemos es uno de los grandes errores de muchos de los procesos latinoamericanos de izquierda”, reflexionó.

Por último, Jadue instó a la necesidad de discutir la nueva constitución de Chile de forma transparente y de cara a la ciudadanía, “de lo contrario va a ser un fracaso”, sentenció.

La charla completa se encuentra disponible en https://youtu.be/YNkXDCcQapw?t=1

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Junio participó de una videoconferencia con referentes y militantes del PSol

Con una concurrencia de 200 personas, el secretario general del Partido Solidario analizó la coyuntura política y económica en el escenario de la pandemia

reunionpsol1En el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el sábado 13 de junio la Dirección del Partido Solidario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires realizó una videoconferencia con Juan Carlos Junio, secretario general del PSol, con el objetivo de debatir y analizar la coyuntura política y económica.

La apertura del encuentro estuvo a cargo de Julia Israilson, miembro de la mesa directiva del PSol CABA, quien hizo un racconto de las actividades solidarias que viene realizando el Partido, como la ayuda para los y las trabajadores del BAUEN y la campaña de donaciones en los barrios populares de CABA.

Luego, el periodista Pablo Caruso comenzó con la moderación del encuentro virtual. “Es una enorme alegría verlos y verlas aunque sea a través de estos ‘cuadraditos’”, dijo Junio al comenzar la charla que tuvo la participación de alrededor de 200 compañeras y compañeras del PSol. “Se necesita una nueva imaginación política y el reto es que seamos creativos”, destacó el referente. “Si somos capaces de ir encontrando nuevos caminos ante tamaña crisis del sistema podemos encontrar respuestas. A la vez que luchamos, sostenemos nuestro proyecto. Tenemos que intentar llegar a la sociedad con nuevas ideas y metodologías”, agregó.

En lo que respecta a uno de los principales temas de la coyuntura, como la decisión del Gobierno nacional de intervenir el Grupo Vicentin, el referente destacó:“el Estado interviene en la economía en un tema que tiene como trasfondo la fuga de divisas. Es una dinámica que conlleva la idea de la creación de una gran empresa del Estado en el mundo del agro”.

El secretario general de la fuerza solidaria enumeró además algunas de las próximas iniciativas parlamentarias que generarán debate y controversia con sectores del establishment, como el tributo extraordinario a las grandes fortunas que impulsan Máximo Kirchner y Carlos Heller, el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo y la reforma al Poder Judicial.

Junio también destacó la necesidad de no perder la perspectiva para que en el 2023 se profundice el proyecto popular, progresista y democrático. “Estamos atrapados en la disputa actual, pero podemos soñar con que en Argentina tengamos un proyecto popular y democrático por ocho años”, destacó el referente. “Estamos llamados a jugar un papel preponderante en la Ciudad y en el país.Dentro del Frente de Todos contamos con la posibilidad de sostener la ofensiva política”, agregó.

Luego de responder algunas inquietudes de los y las militantes, Junio cerró la charla con una reflexión en el marco del bicentenario del fallecimiento de Manuel Belgrano, apelando a su rol de profesor de Historia.“Es importante que recuperemos el pensamiento revolucionario belgraniano. No es una simple efeméride, Belgrano es uno de los grandes que confluyeron a la Revolución anticolonial de Mayo. Planteó la educación pública para los jóvenes, para los indígenas, las mujeres; la idea de redistribuir la tierra. Belgrano es una nutriente histórica para nosotros que tenemos una perspectiva transformadora”, enfatizó.

La charla finalizó con el compromiso de los organizadores de realizar próximamente un nuevo encuentro con similares características.

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Emergencia para la Solidaridad Social

Minuto Uno | Opinión

Por Juan Carlos Junio

diputadosA pocos días de haber asumido como presidente, Alberto Fernández mandó al Congreso un proyecto de ley para salir rápidamente al encuentro de la crisis social. Desde su primer artículo se declara la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social, lo cual implica delegar facultades al Poder Ejecutivo Nacional. El nombre es “Ley de Solidaridad social y reactivación productiva en el marco de la emergencia pública”. El largo título condensa los principales compromisos abordados durante la campaña y en el discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa.

El problema de la deuda externa es señalado al comienzo del proyecto, para facultar al gobierno a llevar a cabo los actos necesarios para garantizar su sostenibilidad. Los acreedores y en especial el FMI quieren conocer el programa de gobierno y su consistencia. Dicho proyecto de ley encara los problemas más acuciantes de la economía nacional.

Una de las políticas más antipopulares del gobierno saliente fueron los tarifazos de los servicios públicos. Desde los comienzos de su gestión, Macri fue incrementando las tarifas y quitando subsidios, desoyendo la angustia de los usuarios, sin perdonar siquiera a los clubes de barrio. El nuevo gobierno acaba de dar curso a una revisión tarifaria por un máximo de 180 días propendiendo a una reducción de la carga tarifaria real sobre los hogares y las empresas para el año 2020. Al mismo tiempo, dispuso la administración de los principales entes reguladores de los servicios públicos que no cumplan con su rol de defensa de los usuarios.

Una medida como la tarifaria tiene que ver tanto con la solidaridad social con los consumidores domiciliarios como con la reactivación productiva, ya que las empresas no tendrán que afrontar mayores costos.

Para atender la recuperación de las pymes, el gobierno de Macri dispuso blanqueos y moratorias a los fugadores financieros, pero a las pequeñas y medianas empresas productivas de nuestro país, a los comercios, los acosó quitándoles ventas, subiéndoles costos tarifarios y financieros. Esos pequeños capitales nacionales ahora tendrán la oportunidad de regularizar su situación con el fisco accediendo a facilidades de pagos y condonaciones.

Una parte del sustento del plan saldrá del impuesto a los bienes personales. Se trata de uno de los tributos más equitativos porque gravan la riqueza. El gobierno de Macri buscó reducirlos hasta extinguirlos, desfinanciando al Estado y atentando contra la solidaridad tributaria. Ahora sus alícuotas vuelven a los niveles previos, incrementándose aún más para los activos radicados en el exterior, como una manera de recuperar algo de lo que oportunamente no pagaron y fomentar la repatriación de esos capitales.

A los derechos de exportación - las llamadas retenciones- se les estipula topes porcentuales, muchos de ellos equivalentes a lo que venían tributando con el macrismo. Es parte del acuerdo social que el gobierno intenta llevar a cabo con los sectores con mayor capacidad contributiva. El Presidente ha sido claro: no puede ir a sacar de los que menos tienen. Los sectores exportadores reclaman equilibrio fiscal, pero que a ellos no les toquen los bolsillos. Sin embargo, pagar hay que pagar. El conjunto de la sociedad necesita de esos recursos.

Vuelve otro impuesto que generó cierto resquemor en el pasado: es el que se aplicará a la compra de moneda extranjera y a los pagos con tarjetas de crédito y débito que se hagan en el exterior, incluyendo los pasajes de avión para vuelos internacionales. La alícuota será del 30%. De lo recaudado, el 70% irá para financiar la seguridad social y el 30% restante a obras de infraestructura, vivienda y el turismo local. Pero aquí más que una función recaudatoria se trata de desalentar el gasto de dólares para fines como el atesoramiento o el turismo fuera del país. Es en definitiva una medida de administración de las divisas para afrontar pagos de la deuda externa que se deriven de la renegociación y a la necesidad de más largo plazo en función de una estrategia nacional de desarrollo.

Otra de las grandes injusticias recayó sobre los jubilados y los beneficiarios de la AUH por la aplicación de una fórmula de “actualización” que quedaba atrasada respecto a la inflación. El gobierno actual suspenderá esa modalidad por 180 días, hasta confeccionar una nueva fórmula. Mientras tanto fijará trimestralmente incrementos en la totalidad de los haberes, dando prioridad a los sectores de más bajos ingresos. El presidente ya ha señalado que los jubilados recibirán un aumento de 5000 pesos en diciembre y otros 5000 en enero. La emergencia en salud también viene a atender con mayor detalle las graves falencias en la salud pública.

Son los primeros grandes trazos de un gobierno que se propone cumplir lo prometido en la campaña. Hay tanto por hacer, pero el comienzo de la gestión está marcando el rumbo: sanear, distribuir y reactivar para una sociedad solidaria.

Nota publicada en Minuto Uno el 19/12/2019

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Sin pan no hay democracia ni libertad

Minuto Uno | Opinión

Por Juan Carlos Junio

afcfEl discurso del flamante presidente Alberto Fernández tras la jura que dio inicio a su gobierno, marca un cambio de rumbo notable respecto a la gestión macrista. En lo que respecta a las definiciones económicas, la principal referencia es el cambio de orientación, dejando atrás la economía de la especulación financiera para dar aliento a la producción y el trabajo, “rumbo al desarrollo con justicia social”.

La renegociación de la deuda quedó supeditada al crecimiento. El Presidente se refirió en varios pasajes a este problema crucial, con el espíritu de la frase de Néstor Kirchner cuando enfrentó la renegociación al comenzar su gobierno. “Vamos a encarar el problema de la deuda externa. No hay pagos de deudas que se puedan sostener si el país no crece. Tan simple como esto: para poder pagar, hay que crecer”, dijo Alberto Fernández. Este orden de prioridades quedó plasmado también en la postergación de la revisión del presupuesto nacional hasta no se salde la renegociación de la deuda externa del sector público.

Estos anuncios no solo dan cuenta de un cambio de rumbo, sino también de las formas de ejercer el poder. El presidente catalogó el proceso de endeudamiento con el FMI de poco serio, y ciertamente el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) estaba viciado de insostenibilidad: 57.000 millones de dólares, sin exigir un uso productivo para poder repagarlo; y para ser devuelto en apenas dos años. En definitiva, algo imposible de cumplir que evidentemente tenía ese fin para abrir lugar a mayores condicionalidades. Bueno, el nuevo Presidente ya puso la condicionalidad: “el país tiene voluntad de pagar, pero carece de capacidad para hacerlo”.

Ahora bien, Alberto Fernández también definió prioridades: empezar por los que menos tienen, “los marginados y excluidos de la Patria, afectados por la cultura del descarte”. El nuevo gobierno arranca con una serie de medidas para asistir a los sectores más necesitados. Entre ellas sobresalen el Plan Integral Argentina Contra el Hambre; que todos los titulares del salario social complementario puedan insertarse en el mundo laboral y cobrar por su trabajo; el derecho al primer empleo a través de becas solventadas por el Estado para que jóvenes se capaciten y trabajen en empresas, pymes, organizaciones sociales y de la economía popular, la agricultura familiar y el cooperativismo.

Otra necesidad fundamental es la vivienda. El gobierno de Macri se jactaba de la política de los créditos UVA, que alcanzaron solo a un puñado de familias que podían acceder a esa solución de mercado, pero cuando la ecuación financiera se les dio vuelta han sido abandonados a su suerte. El Presidente también anunció la creación del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat desde el cual se desplegará un ambicioso plan de regularización de la construcción de viviendas. En su discurso justificó estas medidas con la frase ”es inadmisible pensar que en pleno siglo XXI millones de argentinos no tengan un techo bajo el cual guarecerse”.

Además cabe destacar la convocatoria a los sectores de la sociedad para que participen de las transformaciones. Así, políticas como el conjunto de Acuerdos Básicos de Solidaridad en la Emergencia saldrán de un espacio formado por trabajadores, empresarios y “diversas expresiones sociales”.

Lo mismo para las medidas de más largo plazo, no serán prerrogativa exclusivas del Ejecutivo. Por eso Alberto Fernández anunció que enviará al Parlamento “las bases legislativas para institucionalizar un Consejo Económico y Social para el Desarrollo, que será el órgano permanente para diseñar, consensuar y consagrar un conjunto de políticas de Estado para la próxima década”.

Como parte de la reactivación de los motores de la economía, anunció un Plan de Reactivación de Obras Públicas. El gobierno de Macri tras asignar recursos de forma desproporcionada a la Ciudad de Buenos Aires, había llevado a una verdadera parálisis de la obra pública agitando la bandera de la lucha contra la corrupción, cuando en realidad se comprometía con el ajuste del gasto público con el FMI privando a los argentinos de rutas, salud, educación y acceso a servicios públicos.

En suma, a pesar del calor agobiante de la primera jornada, ya comenzó a sentirse el viento de la recuperación de la soberanía y la dignidad para el pueblo. Concluimos con una de las expresiones presidenciales más notables: ”sin pan la vida solo se padece. Sin pan no hay democracia ni libertad”.

Nota publicada en Minuto Uno el 13/12/2019

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La humillación trumpeana y el empresario antiimperialista

Minuto Uno | Opinión

Por Juan Carlos Junio

trumpA días de comenzar un nuevo gobierno en la Argentina, el presidente Donald Trump marcó la cancha. Acostumbrado a gobernar por Twitter y sin respetar a nadie anunció que restituye los aranceles al acero y el aluminio a Brasil y a la Argentina. La excusa fue las devaluaciones de las monedas en estos países. Se trata, en realidad, de un argumento engañoso. En 2018 Argentina devaluó 100% su moneda y Trump, lejos de castigarnos, nos puso en la exclusiva lista de países perdonados, a los cuales mantenía libre de aranceles, mientras sancionaba al resto del mundo con alícuotas de 25% sobre el acero y 10% sobre el aluminio, en una nueva escalada de la disputa comercial con China. ¿Y ahora que se devaluó la mitad que en 2018, nos saca violentamente de la lista? Así, sin aviso, sin negociar, a tal punto que el gobierno argentino, una vez más, no sabía nada.

El impacto en la economía nacional no será menor. Si bien solo el 0,6% del acero y el 2,3% del aluminio que entra a EE.UU. provienen de la Argentina, se trata nada más y nada menos que del 40% del aluminio que exportamos, y del 10% del acero. Estimaciones indican que perderíamos 700 millones de dólares de exportaciones, justo cuando más las necesitamos.

Trump adujo que las devaluaciones perjudican a los agricultores norteamericanos. Por lo tanto, la medida sobre el acero y aluminio no es otra cosa que una represalia que cae sobre sectores que nada tienen que ver. De hecho, las devaluaciones argentinas son el resultado de un descalabro financiero del macrismo, y en tal sentido la mayor responsabilidad la tuvo el endeudamiento vertiginoso con el FMI promovido justamente por el gobierno de Trump.

Solo tras el anuncio, las acciones de Aluar se hundieron 8,5%. Su presidente Javier Madanes Quintanilla se quejó del gobierno de Macri por “el nivel de inoperancia en el manejo de la estrategia de negocios internacionales, que asusta”. Su lectura es mucho más realista que la del canciller Jorge Faurie que se la pasó allanándose pasivamente a los dictados de Estados Unidos. Pero el empresario fue por más: “Antes te mandaban a los marines, después a los aparatos de inteligencia y ahora hacen un modelo de guerra, a veces encubierta, a veces declarada, que incomoda mucho la situación de los países más débiles en términos de materia comercial. Esto lo venimos viendo hace rato. ¿Por qué lo hace? No sólo por la balanza. Hay otros temas que interesan, como la posición geopolítica de los países, en ciertas regiones, con China. Pero abiertamente usan este tipo de políticas para manejar otros intereses”. Así es que nos encontramos con una rareza, un Madanes antiimperialista.

Al gobierno saliente se le terminan de quemar los últimos papeles que tenía para lucir, ser un buen alumno del Fondo y de EE.UU. “Así paga el diablo”, diría el viejo caudillo. Lo cierto es que esta política comercial es parte de una política mayor sobre América Latina, que en países como Bolivia se basa en apoyar el golpe de Estado, y en la Argentina de Alberto Fernández y Cristina Kirchner intenta condicionar, desde el vestuario, a un gobierno progresista que sugiere una amenaza a la hegemonía norteamericana.

Brasil representa el 13% de las importaciones de acero en EE.UU., pero Bolsonaro “amenazó” que de ser necesario hablará telefónicamente con Trump, ya que tiene el canal “abierto”. Sin embargo, el Brasil de Bolsonaro cae en la volteada a modo de escarmiento.

El fracaso de Macri en la política internacional solo es igualado por el tendal que deja en la economía nacional. Según un relevamiento de Ámbito Financiero, en los últimos 30 días los precios de una canasta de alimentos y productos de higiene y limpieza subieron casi 8%, el doble de lo que estiman los privados. La Universidad de Avellaneda pronostica que la canasta veraniega será un 57,2% más cara que el año pasado, y que en promedio un trabajador destina el 140% de su salario para vacaciones.

Así viene este fin de año y el verano, mientras que para marzo ya está anunciado el aumento en la cuota de los colegios privados bonaerenses y de la Ciudad de Buenos Aires, un 20% más que se sumará al 19% que se autorizó en noviembre. Los establecimientos que no reciben apoyo estatal subirán entre un 25 y un 30%. Además, tras que el consumo de carne vacuna per cápita bajó casi 6 kilos en el año (ubicándose en 52 Kg) se anuncia “para el verano” un aumento del 40%.

En contraposición, los salarios de septiembre en el sector privado cayeron 3,1%, en el público 2,2% y en el privado no registrado 4,2%.

Queda clarísimo que los desafíos son enormes. Hará falta más democracia y más pueblo participando, siendo protagonista de su destino.


Nota publicada en Minuto Uno el 05/12/2019

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El poder económico declara: estaremos en el mismo lugar de los últimos 150 años

Minuto Uno | Opinión

Por Juan Carlos Junio

m1A semanas de la asunción del nuevo Gobierno y ante su derrota en las elecciones presidenciales, el poder real (grandes corporaciones empresarias, los medios, y “la embajada”) siente la necesidad de presionar para que continúe la política del gobierno anterior, a pesar del pronunciamiento en los comicios. Así, el FMI, la Sociedad Rural Argentina (SRA), referentes de la banca extranjera y “reputados medios de comunicación doctrinarios” salieron a recomendar la reducción del gasto público y el equilibrio fiscal como medida rectora del próximo plan económico.

Después del intercambio de declaraciones de la semana pasada entre Alberto Fernández y la titular del FMI, Kristalina Georgieva -que derivó en un llamado telefónico de buenos términos-, el responsable del “Departamento para el Hemisferio Occidental” Alejandro Werner mostró los dientes del Fondo, pidió conocer el “plan completo” para ver si es “en realidad consistente” y se ofreció a “ayudar básicamente a Argentina en el diseño de su nuevo programa”. Como si se tratara de un observador libre de responsabilidades de lo ocurrido advirtió: “la deuda se ha incrementado mucho”.

Ante estas presiones Alberto Fernández fue categórico. Adelantó que no le pedirá al FMI los 11.000 millones de dólares restantes del megacrédito: “¿tengo un problemón y voy a pedir 11.000 millones más? Yo lo que quiero es dejar de pedir y que me dejen pagar”, “no quiero firmar acuerdos que no vamos a cumplir, esos acuerdos ya los firmó Macri. Firmó uno, dos, tres, y no cumplió ninguno”. Anteriormente, el presidente electo había afirmado públicamente que “habrá un plan a cumplirse, pero sin más ajuste”.

A su vez, distintos delegados y directores de la SRA así como de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe y la Sociedad Rural de Rosario se manifestaron en contra de un eventual incremento de los derechos de exportación. O sea que una vez más, el sector ruralista y el agroexportador exige el congelamiento de la política impositiva. En un reciente comunicado, la SRA declara “la caída de la actividad, la persistente inflación, el déficit fiscal y la falta de créditos no son culpa del gobierno saliente, sino del «gasto público creciente»” y pide que “el esfuerzo no caiga en el sector privado”. Como vemos, reiteran la misma letanía argumental que vienen haciendo hace un siglo, a pesar de que se eliminaron buena parte de sus impuestos, se les posibilitó que puedan dejar fuera del país los dólares de nuestras exportaciones y se hayan beneficiado durante el gobierno de Macri que recibió el dólar a $9,50 y se los deja a $62.

Por su parte, La Nación volvió a hacer público su apoyo a las cámaras del sector a través de José Claudio Escribano, aquél que escribiera un editorial político planteando un pliego de condiciones al presidente Néstor Kirchner al comenzar su mandato. En esta ocasión cerró un discurso en el acto de entrega de los Premios La Nación - Banco Galicia a la Excelencia Agropecuaria diciendo, en relación al sector: “La Nación que lo ha acompañado sin altibajos durante 150 años, estará en el lugar de siempre, a su lado”. Clarísimo: La Nación y la Sociedad Rural declaran y confiesan su pertenencia al poder real, al margen de los gobiernos del sistema democrático.

Pero Alberto Fernández también fue claro en este tema: “en la Argentina que viene todos tenemos que hacer un esfuerzo. Lo tendrá que hacer el sector del petróleo, el minero y el del campo. Todos los que producen tendrán que hacer un esfuerzo”.

La banca extranjera también mostró sus preferencias. Enrique Cristofani, presidente no ejecutivo del Directorio del Banco Santander, declaró: “la prioridad es asegurar el superávit fiscal primario y bajar la presión impositiva que pagan las empresas (en este caso la banca extranjera) y las personas. Otro que en buen romance se adelanta a reclamar pagar menos impuestos. En esta línea, Alberto Fernández se pronunció claramente reiterando “entre los bancos y jubilados me quedo con los jubilados”, en el afán por definir sus prioridades.

La economía nacional se encuentra estancada, el Indec anunció que el Estimador Mensual de la Actividad Económica de septiembre tuvo una caída de 2,1% respecto a igual período del año anterior. Sectores como el comercio y la industria manufacturera acumulan respectivamente 16 y 17 meses de caída interanual. El único sector que crece es el agropecuario. La vida ya demostró que este modelo es socialmente insostenible y la ciudadanía ya se pronunció en su rechazo mayoritario. El Presidente electo desplegará un proyecto político, social y cultural que está en las antípodas del macrista y para muestra un botón: “Aumentaremos salarios y jubilaciones y no le pediré permiso al FMI”. Podríamos agregar: ni a la Sociedad Rural.

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Primero los argentinos, luego los acreedores

Minuto Uno | Opinión

Por Juan Carlos Junio

fmiLa pérdida de ingresos que vienen sufriendo los trabajadores, los jubilados, las pymes y las clases medias tienen fuentes distintas pero todas emanan del mismo manantial: la “depreflación”, es decir, la caída de la actividad económica y, simultáneamente, el aumento sostenido del nivel de precios. Pero como siempre, no todos pierden. Un crudo ejemplo es el caso de los millones de jubilados que en el 2019 perderán un 13% de sus ingresos. Para explicar esta contradicción hay que ir al terreno político: los que ganan son sectores poderosos ligados al macrismo y las que pierden son las mayorías sociales que han sido condenadas a ver mermados sus ingresos. Como la inversión social en el sistema previsional es la más importante, sus aumentos se basan en una fórmula tramposa que puso el gobierno saliente asegurando que siempre queden retrasados respecto a la inflación del período. Desde que se aplicó la movilidad macrista, los jubilados perdieron hasta un 27% frente al alza de precios. Así es que la mentada movilidad en vez de ser ascendente, degeneró en descendente.

Pero además, la canasta de los jubilados es más cara que la que mide el Indec, pues está poblada de medicamentos, los cuales han hasta quintuplicado sus precios durante el gobierno de Macri. Este fue uno de los primeros temas que Alberto Fernández fijó como prioridad. Dio una definición tajante en la campaña y reiteró recientemente siendo ya presidente electo: “yo me comprometo a que no paguen más medicamentos. En eso me comprometo”.

Como sabemos, la patronal de la gran mayoría de los 7 millones de jubilados es el Estado Nacional. Los pagos a la seguridad social, tanto en jubilaciones como en pensiones y planes sociales siempre están en la mira de los gobiernos ajustadores. Hoy vuelve a estar en la mira del FMI. Su flamante presidenta, Kristalina Georgieva, ya pidió que “el Gobierno debe ver la manera de vivir dentro de los límites presupuestarios que existen y para eso deben continuar trabajando en ver cuáles son los gastos que no son valiosos para el país”, invocando a “la responsabilidad social del gobierno”. Como un gesto del cambio de época, Alberto Fernández le contestó lo mismo que nos viene diciendo a los argentinos: “Vamos a proponer un plan económico sostenible y un acuerdo de pago que podamos cumplir, pero sin más ajuste”. Queda claro que para el presidente electo, los jubilados sí son valiosos para el país, ya que son ciudadanas y ciudadanos que deben tener derecho a una jubilación digna.

Ante “analistas” y lobistas que reclaman “seriedad” para atender de manera urgente una renegociación por la deuda externa, Alberto Fernández estipuló prioridades: “no hay nada más urgente que la pobreza y el hambre. Si digo que la deuda es tan importante como la pobreza y el hambre, ya empiezo a condicionar”, y agregó “No hay que correr detrás de los tiempos de los acreedores, hay que correr detrás de los tiempos de los argentinos”.

Tal es el avance de la pauperización de los hogares argentinos que amerita un trato prioritario del nuevo gobierno. En octubre, una familia tipo -de un matrimonio con dos chicos- necesitó $35.648 para no ser pobres y $14.202 para no ser indigentes. Siempre hablando de la canasta de alimentos y bienes básicos que deja de lado el gasto en vivienda, colegio (en caso que sea privado), prepaga, y demás desembolsos arraigados al nivel de vida de la clase media argentina, donde además se incluye a lo cultural y la recreación como condición para su realización digna y plena.

El orden de prioridades que ha definido el gobierno entrante es el de la “mesa contra el hambre” y “poner en marcha la economía”. En este último punto trascendió una posible moratoria impositiva y de facilidades de pago dirigida a las pymes que están en una situación muy comprometida.

Después vendrá el tema financiero de la deuda externa. No es cierto que toda la deuda sea de tratamiento urgente. Hay deuda con acreedores privados, locales y extranjeros, en pesos y en dólares, y con organismos multilaterales como el FMI, o bien la reactivación del swap con China. A su vez unas vencen ahora, otras dentro de seis meses y otras dentro de un año. Todo indica entonces que el reclamo de priorizar con urgencia el acuerdo con los prestamistas, no es imprescindible. Hay margen para diseñar plazos y políticas disímiles para cada tipo de acreedor. El Poder Ejecutivo lo irá negociando privilegiando las urgencias sociales.

Pero donde no puede haber default es en las graves carencias de nuestros pibes, en la educación de nuestros jóvenes, en el trabajo de nuestras pymes, en las viviendas de nuestras familias, en la salud de nuestros viejos, ni en recuperar nuestras riquezas humanas y naturales para mejorar la vida de todos los ciudadanos de nuestra Patria.

Nota publicada en Minuto Uno el 22/11/2019

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