Derechas: ideología única y disputa despiadada

Página/12 | Opinión

bullrichLa cercanía al pronunciamiento electoral va tensando las conductas y definiciones de los candidatos. El caso de la derecha y su disputa interna ha traspasado todos los límites propios de estas contiendas, con sus excesos verbales y polémicas desafortunadas. El rango de violencia, descalificación y falsedades adquirió tal virulencia que no deja ningún espacio a las ideas, ni siquiera al tan invocado “sentido común”. Una cuestión principal que se puede definir en términos axiomáticos los iguala: a mayor descalificación, menos ideas y propuestas. Lo contrario a una campaña electoral programática que asuma un compromiso democrático sobre el futuro. Toda la derecha partidaria, sin excepciones ni matices, declaró su apoyo al comendador jujeño fuenteovejunezco en su política represiva contra los pueblos originarios, trabajadores del Estado y docentes, y a la imposición violenta de una constitución que legitima una especie de escisión de la provincia del conjunto del país, conformando un remedo de república bananera sin ley ni derechos ciudadanos. La foto del oprobio que incluyó a Larreta, Bullrich, Lousteau, Santilli y Espert consagró simbólicamente la unidad ideológica desde la matriz que los define. Los Macri, Mauricio y primo, también integran esa amalgama. Los grandes medios de comunicación que son parte constitutiva de ese dispositivo político estratégico, se ocuparon de presentarla a la sociedad como “el verdadero sentido democrático ante los desórdenes”, protagonizado por el pueblo del éxodo patriótico, en sus rutas, plazas y ciudades.

Pero no solo los une su apoyo irrestricto al comendador violento. También comparten la visión sobre otras temáticas trascendentes para el país y la vida social. Todos presentan como principal estandarte de campaña a la inseguridad, y su clásica respuesta de “mano dura”, medrando con el comprensible sentimiento de miedo que anida en la sociedad, ante la posibilidad de sufrir actos de violencia delictual. Ahora picó en punta Larreta, quien se fue a Rosario a prometer “la revolución”. Claro que la suya es “la revolución de la seguridad en la argentina”, cuyo objetivo trascendental es “recuperar la paz y tranquilidad para los ciudadanos”, y “que las fuerzas federales trabajen codo a codo con la provincia para combatir el narcotráfico”. Queda clarísimo que esta revolución no recibirá premio alguno a la originalidad. El golpe de efecto principal fue: “vamos a mandar al ejército a cuidar la soberanía y liberar gendarmes para las zonas calientes”. No le importó que la ley prohibiera involucrar a las fuerzas armadas en la seguridad interior. ¡En campaña vale todo! Ya que estaba con el discurso impostado dijo también que creará “una élite con los mejores. Una suerte de FBI para controlar a las mafias”. Su admiración por Estados Unidos, lo empuja a estas grotescas genuflexiones. No podía faltar el otro clásico de estas teorías punitivas que reaparecen en las campañas electorales: bajar la responsabilidad penal a los 14 años. Si bien la motivación para este repertorio remanido de la ultra derecha es competir en virulencia con Bullrich, aclaró que lo suyo no son discursos a los gritos. Eso es todo lo que se les ocurrió para diferenciarse. En realidad, no existe ningún contraste, ambos se sustentan en la misma ideología. En esto de la seguridad tampoco se quedan atrás los candidatos de la derecha porteña. Tanto el primo

Macri, como Lousteau, coinciden en la necesidad de regular el derecho a la protesta. Este Macri aporteñado artificialmente, descubrió que existe otro slogan “rendidor”: “hay que sacar a los niños de las manifestaciones, si llevan a un chico a la marcha, perderán el plan, y si hay figura penal, que sean procesados”. Este reaccionario devenido en político por portación de apellido, parte del hecho de que esas familias humildes van con sus hijos porque quieren hacerlos partícipes de las manifestaciones. Ni se les ocurre pensar que lo hacen porque no tienen con quién dejar a sus hijos e hijas. Su insensibilidad y deshumanización es patética. El bueno de Lousteau actúa con una idea similar: coincide en sancionar a las manifestantes que lleven a sus hijos, pero eso sí, “debe ser complementado con un nuevo código de convivencia”. En suma, también en esta temática actúan inficionados por la misma ideología.

El otro gran tema que los unifica es el ataque a la educación y la universidad públicas. Todos piensan que debe ser reducida o eliminada, al igual que la ciencia y la tecnología. Para su modelo de país no hace falta educación, universidad ni nada que sea público. Lo suyo es el mercado y lo privado. En nuestra ciudad esa conducta ya es proverbial. Las gestiones de Mauricio y Horacio son tan elocuentes que no hace falta elaborar una crítica exhaustiva. Todos los años baja el presupuesto educacional, deja decenas de miles de niños y niñas sin vacantes, no ejecuta el presupuesto para el mantenimiento de escuelas, y su ministra estrella declara que las cooperadoras son extremistas, por lo que “hay que saltearlas”. Sin embargo, el ahora candidato no trepida en plantear otro slogan “haremos una revolución educativa”. Todo indica que la expresión revolución es valorada por la opinión pública, sino estos políticos derechistas que no hacen nada sin los dictados del marketing, no se empeñarían tanto en usar esta palabra tan cargada de sentido histórico No hay duda que Moreno, Belgrano, Castelli y San Martín, se revolcarían si escucharan a estos entusiastas de la monarquía y la derecha española. La revolución educativa de Larreta, fue presentada en diciembre en Washington como una necesidad de alinear la educación a las necesidades modernas del empresariado. Podríamos decir con Serrat, que “entre estos tipos y yo hay algo personal”. Están en contra de la ley 1420 de educación común, gratuita y obligatoria. El rol de las derechas es siempre conservar lo instituido, reproducir el pasado, con ese fin actualizan permanentemente sus narrativas. El sentido último de las fuerzas populares y transformadoras es generar futuro. Ir siempre tras nuevas utopías unidos en programas comunes.

Nota publicada en Página/12 el 26/07/2023


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Fuenteovejuna jujeño

Página/12 | Opinión

paginaEn la medida que se acorta el camino hacia las PASO los líderes de Juntos por el Cambio van protagonizando una suerte de torneo de represores, peleando por mostrar quien es el más capacitado y tiene mayor temple para imponer lo que conceptualizan como “orden”, siguiendo la vieja tradición de los conservadurismos civiles y militares de constituirse en partidos del orden. La agenda de seguridad, tan sobreexplotada por la derecha, la ultraderecha, quienes también ofrecen un ala que se presenta como centro derecha moderna; intenta expandirse utilizando el miedo que genera la inseguridad, tanto el que surge de la realidad, como el que construyen los medios, exagerando y creando imágenes televisivas de terror.

Así es que se lanzaron a medrar una vez más con el tema de la seguridad, sin respetar la complejidad de este fenómeno que tanto preocupa a la ciudadanía. En nuestra ciudad uno que picó en punta es el primo Macri, quien habla hasta la saturación de orden y represión. Por su parte Larreta se abre paso con fraseos como “decidimos combatir el delito sin piedad”. El bueno de Lousteau, radical evolucionado a PRO, utiliza un lenguaje superficial que no ofrece solución alguna, pero propone un código de convivencia espejado con el remedo reformista constitucional de su correligionario jujeño.

Nuestra ciudad está integrada por una población de 3.100.000 habitantes, formando parte de un conglomerado urbano de 17 millones, donde se despliega una extraordinaria actividad comercial, de finanzas y organismos de gobierno. La CABA tiene niveles relativamente bajos de delitos, sin embargo se soslayan temáticas muy trascendentes del mapa porteño, justamente las grandes diferencias entre sus comunas. En varios casos el delito triplica al promedio general, particularmente en las comunas 1, 3, 4 y 7 en el sur de la ciudad. Este cuadro probablemente se explique por su perfil más productivo que residencial, además de ingresos más bajos, carencias habitacionales, e inclusive zonas que sufren vulneraciones estructurales de derechos humanos, sociales y culturales. También eluden el perfil de género de la violencia delictual en la ciudad: en el año 2021 se registraron 20 femicidios frente a los 17 del año anterior, lo cual implica un aumento del 20%.

Los candidatos conservadores ocultan también que en la ejecución del presupuesto 2022 la ciudad recibió $50 mil por habitante, cuando el promedio de las provincias fue de $8.500. La CABA con sus 203 km2 cuenta con 30.500 policías, 900 por cada 100.000 habitantes. En cambio el plantel de la PBA es de 100 mil para cubrir 300 mil km2, promediando 570 policías. Los episodios represivos de las últimas semanas potenciaron un rasgo autoritario que va conformando uno de los pilares de la política de las derechas. Un rasgo de ese discurso es la ausencia de distinción entre delincuentes y militantes sociales y políticos, en realidad lo que se intenta es asimilar la idea del militante con la del delincuente. A partir de la construcción simbólica de un chivo expiatorio los y las precandidatas de JxC prometen palos por votos. En el hipotético caso de que alguna de las opciones cambiemitas, al igual que las de Milei, lograran ganar las elecciones, todo aquel que se oponga a una reforma laboral o jubilatoria, a privatizaciones de bienes estratégicos del Estado, que reclame por un plan social, paritarias o cualquier pérdida de derechos, será castigado por el simple hecho de oponerse al “cambio”. Esta narrativa se propone también crear un relato ante la sociedad con el fin de sumarla ideológicamente a esa conducta clasista y prejuiciosa contra los trabajadores, pueblos originarios, docentes, etc.

Para ellos, las imágenes jujeñas deben ser ejemplificadoras, de allí que se mostraron unidos en el respaldo al “demócrata y decidido” Morales y su cruzada contra los que generan “desorden en las calles”. La reacción autoritaria a la inesperada pueblada jujeña, ha mostrado no solo que no fue capaz de darle cauce al conflicto social, sino que condujo a un verdadero caos político e institucional, a grandes penurias para su pueblo y a la potenciación de la rebeldía frente al gobernador. Este personaje recientemente votado, mutó a vulgar tirano, inventando nada menos que una reforma constitucional para justificar sus políticas discriminatorias ante la resistencia de su pueblo. Para coronar su desenfreno represivo, el comendador fuenteovejunezco, decidió atacar a la universidad, invadiéndola con personal policial, violando la autonomía universitaria.

Para estos radicales como Morales o Lousteau con su silencio pasivo, la tradición de los reformistas del 18 fue tirada al arcón donde la historia guarda sus desechos. También se decidió atacar a los municipios, cuyos consejos deliberantes compelidos por la demandas de sus pueblos se pronunciaron contra la farsa de reforma constitucional. Se les restringió el envío de fondos coparticipables como represalia, dejando al municipio ante la imposibilidad de pagar los sueldos, ¡otra crueldad! Se desnuda otro adelanto de una política ilegal y coercitiva que aplicarían a las provincias que no los acompañen en el “cambio” para imponer orden.

La represión a las rebeldías municipales viene del fondo de los tiempos. Su expresión literaria más famosa y representativa es Fuenteovejuna de Lope de Vega. El genial escritor del siglo de oro español refleja la reacción del pueblo harto de los abusos, atrocidades e ignominias del comendador de la orden de Calatrava. Claro que nuestro pueblo jujeño no responde con violencia a la violencia de la que es víctima, sino que sostiene sus demandas, su unidad y espíritu de lucha. De allí que su causa va tomando densidad nacional, cosechando inclusive adhesiones de organismos internacionales. En términos políticos se presenta un punto central que caracteriza a la derecha actual: su pronunciamiento unánime en apoyo al accionar del gobernador. Larreta, Lousteau, Bullrich, el primo Macri y Espert todos amalgamados por los grandes medios de comunicación y sus editorialistas que viven reclamando democracia. Conclusión: ninguna rebeldía del pueblo será tolerada. Olvidan que esta es la Argentina del 17 de Octubre, del Cordobazo y las Madres.

Nota publicada en Página/12 el 19/07/2023

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Rosario celebró el Día Internacional de las Cooperativas

La convocatoria reunió a dirigentes y funcionarios de toda la región para asistir a la conferencia de Juan Carlos Junio, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, junto a Franco Bartolacci, rector de la UNR.

imfcCon el imponente Espacio Cultural Universitario (ECU) como marco, se celebró en Rosario el 101º Día Internacional de las Cooperativas, día establecido por la Organización de las Naciones Unidas que pone en valor a un movimiento social y económico con más de 3 millones entidades en todo el planeta y que proporciona empleo al 10 % de la población empleada. Encabezada por el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, la celebración consistió en una conferencia a cargo de Juan Carlos Junio, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC). Una gran concurrencia, integrada por funcionarios provinciales, autoridades universitarias y dirigentes del ámbito cooperativo y mutual, colmó las instalaciones del ECU.

“Creemos que nuestra misión está en el vínculo activo, genuino, que establecemos con las causas de nuestro tiempo y claramente la causa del movimiento cooperativo, la agenda del movimiento cooperativo, es la agenda que a la universidad pública moviliza, interpela y compromete”, expresó Bartolacci en su intervención. El rector dijo además que la universidad debe asumirse “como una institución que transforma la vida de la sociedad, que puede cambiarle la vida a la gente” y que esa transformación “se hace de manera colectiva”.
En Rosario y la región, el cooperativismo y el mutualismo, ambas expresiones la denominada economía social y solidaria, tienen una historia centenaria, ligada a la llegada de los primeros inmigrantes. Según datos del gobierno de Santa Fe, hoy hay más de 1800 cooperativas en todo el territorio provincial. De hecho, la localidad de Sunchales fue designada en 1974 como la capital nacional del cooperativismo.
Junio, por su parte, destacó la importancia de la alianza del sector cooperativo con la universidad pública, sobre todo porque, advirtió, en la actualidad “aparecen paradigmas que niegan la reforma universitaria del 18, y que quieren refundar la universidad desde otro punto de vista para ponerla en línea y al servicio del mercado, con las necesidades de las empresas, y no una universidad pública para crear ciudadanía, valores, además de profesionales, que tengan un compromiso colectivo, con un proyecto nacional”. Luego, el también director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, realizó un pormenorizado recorrido por diversos aspectos de la realidad nacional e internacional, en un mundo que se encuentra “en una crisis sistémica” con una brutal desigualdad social y con signos alarmantes de daño medioambiental. Ante ese panorama, consideró vital la unión de sectores que trabajan para revertir esa tendencia y recorrió los desafíos actuales para “el cooperativismo con vocación transformadora”, el lema de la conferencia que colmó las instalaciones del edificio otrora perteneciente al Banco de la Nación Argentina.
Presentaron a los disertantes Iván Pérez, jefe de la filial Litoral del IMFC y Claudia Paredes, integrante del IMFC y del Banco Credicoop. “Las empresas cooperativas son la responsabilidad social hecha empresa” dijo Pérez para graficar el compromiso que este tipo de organizaciones tiene con las comunidades de las que forman parte. Paredes, en tanto, compartió con los presentes la primera resolución sobre economía social y solidaria de la Asamblea General de la ONU el pasado mes de abril, que reconoce cómo la economía social y solidaria “puede contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular en lo que respecta al empleo y el trabajo decente, la prestación de servicios sociales, como los relacionados con la salud y la atención, la educación y la formación profesional y la protección del medio ambiente”. La resolución internacional también destaca el rol de estas organizaciones en la promoción de la igualdad de género, el acceso a financiación accesible, el desarrollo económico local y el crecimiento inclusivo y sostenible.

Fuente: Página/12


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Una derecha que se “revoluciona”

Página/12 | Opinión

pag“La educación es sagrada”, pontificó el precandidato Larreta. Tal afirmación inocultablemente propagandística solo es posible si se considera que la realidad y sus palpables evidencias pueden ser reemplazadas por otras falsas e ilusorias que construyen los grandes medios, socios y beneficiarios del gobierno porteño. La educación siempre es uno de los temas obligados de la agenda de las campañas electorales. En nuestro país, la educación pública ocupa un lugar relevante que se fue construyendo y afirmando en la conciencia ciudadana y en la institucionalidad, por las políticas que le dieron origen e impulso a la educación estatal desde la Ley 1420 (1884) de enseñanza común, gratuita y obligatoria. Tanto la escuela primaria, secundaria, como la universidad pública han aquilatado un notable aprecio y reconocimiento de la sociedad, que cruza las diversas tradiciones culturales y políticas. El compromiso de maestras y profesores con lo público, y su consecuente dedicación a la enseñanza, ha sido determinante para sedimentar esta valoración.

Todo indica que asistimos a una suerte de viraje táctico en relación a la importancia que le asigna la derecha al tema de la educación en la campaña, ya que siempre es renuente a colocarlo en su agenda porque quedarían expuestas sus políticas privatistas y de ajuste en los distritos que gobiernan. Ahora, todas y todos se lanzaron al ataque contra la educación pública, tanto en términos ideológicos como instrumentales, particularmente contra la docencia. Bullrich, ya en su rol asumido de vocera de la ultraderecha, despotricó contra la universidad pública, “invadida por estudiantes extranjeros”. Es evidente que no le importa mentir abiertamente a la ciudadanía en general y a su propio electorado. Aplica un discurso primitivo y de un clasismo antipopular extremo, heredero de aquel “aluvión zoológico” pronunciado por el diputado radical Sammartino en 1947 para descalificar al pueblo trabajador que abrazaba al peronismo.

Por su parte, Larreta se presenta en el rol de moderado y propositivo acompañado obligatoriamente por su candidato a vicepresidente Morales, quien está protagonizando una salvaje represión en Jujuy al pueblo originario y a la docencia. La dupla presidencial, que algunos bienpensantes caracterizan benévolamente como de centro derecha democrática, tiene grandes dificultades para sostener esa mascarada. Justamente la foto de todos juntos contra la pueblada jujeña, justificando la represión al “desorden del pueblo”, que protesta frente el oprobioso remedo de reforma constitucional, terminó de desnudarlos ante la opinión pública. Sin embargo, Larreta presentó con una enorme sonrisa su paradójica “revolución educativa”, cuyo eje es declarar a la educación como “servicio esencial”, con el deliberado propósito de impedir el derecho de huelga de los docentes. Para sustentar este objetivo, aclaró que lo hará “sin aceptar el derecho a parar ya que es inconstitucional”, lo cual implica un clarísimo contrasentido.

El candidato Larreta concluyó sus propuestas “revolucionarias” con otro proyecto espectacular: “la segunda reforma universitaria”. Luego de argumentar contra la universidad pública y sus “ineficiencias”, confesó la esencia de su idea refundacional: “haremos coincidir la oferta de carreras con la necesidades productivas”. O sea subordinar la universidad a las necesidades del empresariado. Así resulta que la mentada segunda reforma, no sería otra cosa que el entierro de la verdadera de 1918. Este engendro no podrá prosperar nunca ya que generaría una fuerte reacción de la comunidad universitaria.

La temeraria iniciativa demuestra nuevamente que esta derecha conservadora no solo es pre sarmientina, pre izquierda, pre peronista, sino también pre reforma universitaria. ¡No le falta ningún elemento regresivo! Si repasamos los hechos incontrastables de sus políticas en nuestra ciudad en materia educativa, veremos que lo que se está haciendo en realidad es una contrarrevolución con el fin de destruir la educación y la universidad pública y reemplazarla por un sistema privado mercantilista, que se compadece con su ideología pro mercado. Para ese plan, la educación es un negocio que debe ser explotado como tal, que a su vez opera como transmisor de las ideas de las corporaciones capitalistas.

Contrastemos discursos con realidades: la CABA es la jurisdicción que menos invierte en educación: pasó del 27,5 por ciento del presupuesto al 16,7 por ciento durante las gestiones de Macri y Larreta. No solo es la más baja comparada con las otras provincias, sino que ostenta otro récord: es el presupuesto más chico de la historia de nuestra ciudad. Siguiendo con el medallero: todos los años quedan fuera del sistema de 20 mil a 60 mil niñas/os porque “se agotan las vacantes”. En el 2022 el ciclo comenzó con 56.800 estudiantes sin poder ingresar. El núcleo más crítico es el infantil: sobre 41.600 solicitudes se asignaron 19.400, es decir que el 54,5 por ciento, quedaron fuera de los jardines públicos. Las deficiencias de la infraestructura escolar ya son un clásico, incluso este año se registra otra metodología crónica en los modelos de ajuste: la subejecución presupuestaria: de los $8700 millones planeados para este ítem, en el primer trimestre se ejecutaron $915 millones. Justamente se trata de la época del año en que deben hacerse las obras y mantenimientos edilicios. También en este punto se “logró” el récord de la peor subejecución desde la llegada del PRO hace 16 años.

En términos ideológicos y operativos resulta obligado marcar el ataque de la Ministra Acuña a las cooperadoras escolares. En un reciente video la funcionaria alecciona a un núcleo de personas sobre los modos de saltear a las cooperadoras y “respaldar a los directivos de aquellas escuelas donde las familias son fuertes y tienen un perfil ideológico determinado”. La Ministra sigue desplegando sus acciones de persecución ideológica, discriminando cualquier pensamiento distinto y rechazando toda forma de participación de la comunidad en la institucionalidad pública.

“Las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución” (Manifiesto Liminiar. Reforma universitaria – 2 de junio 1918).

Nota publicada en Página/12 el 12/07/2023


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Un tema crucial: el programa

Página/12 | Opinión

cfkproSi bien aún no se inició formalmente, la campaña electoral ya está en marcha luego del cierre de alianzas y candidaturas. El tema central del programa político, económico, social y cultural, ya es insoslayable y perentorio. Se trata de explicitar ante el pueblo las ideas rectoras, el rumbo estratégico y el modelo económico para la gestión de gobierno.

La temática fundamental del programa fue planteada en diversas oportunidades por la Vicepresidenta quien afirmó que el modelo tiene que abordar los desafíos presentes y futuros sobre la permanente disyuntiva histórica de nuestro país, ¿quién conduce el proceso económico y la distribución de la riqueza: el mercado, es decir, las corporaciones locales o extranjeras; o el estado nacional como representación democrática del pueblo de la nación?

Superada la pandemia, el gobierno del FdT logró el crecimiento del producto bruto. El aumento del tamaño de la torta potenció la disputa entre los distintos sectores por apropiarse de su mayor porción. Ante este grave problema de la distribución del ingreso, la Vicepresidenta convocó a ponerle “carita fea a esos que tienen mucho”. Se refería a los grandes empresarios, quienes firman acuerdos de precios que luego violan e incumplen. Todo indica que el estado, en representación de la ciudadanía, debe actuar con mayor energía ante esas conductas abusivas. Esta temática crucial debe ser claramente planteada en el programa. La experiencia indica que para llevar a la práctica estas ideas es imprescindible asumir la conflictividad que inevitablemente se generará con los grupos económicos. Así se llega a la clave del asunto: la decisión política de privilegiar la vida de las mayorías del pueblo, quien seguramente responderá con su pleno apoyo si es interpelado por el gobierno democrático.

Otra cuestión central es la deuda con el FMI contraída por el gobierno de JxC. El contubernio entre el ex mandatario M. Macri y el ex presidente D. Trump, fue el causante de este despropósito, pero hay más: por la suba de las tasas de interés y los sobrecargos se incrementa la deuda en 3.000 millones de dólares. Nos penalizan porque ellos tomaron la decisión política de otorgar un préstamo impagable. Es indudable que el programa debe incluir la revisión integral del acuerdo, ya que no solo es imposible de afrontar, sino que generaría condicionamientos gravísimos para la vida de nuestro pueblo y comprometería la propia soberanía como estado nacional.

El programa deberá incluir una clara y explícita política en defensa de nuestros recursos naturales, impidiendo que las grandes corporaciones mineras internacionales desalojen de sus tierras a los habitantes ancestrales. Industrializar el litio es un objetivo estratégico para el futuro pero se debe poner en revisión toda la normativa elaborada e instrumentada durante el menemismo, incluyendo los porcentajes coloniales de las regalías que pagan las empresas. Los frutos de las entrañas de nuestra generosa geografía deben ser uno de los instrumentos esenciales para obtener ingresos e ir mejorando los niveles de vida de los núcleos humildes y clases medias. Para ello los nuevos capitalistas mineros siguen actuando inspirados en el apotegma de Hernán Cortés: “nosotros los españoles tenemos una enfermedad en el corazón, para lo cual el único remedio es el oro”. Claro que ese afán es presentado como “nosotros venimos a traer inversiones”. El programa debe plantearse también la recuperación del sector asalariado en todos sus niveles comenzando por los más bajos llegando hasta sectores medios, quienes perdieron durante el macrismo un 19 por ciento de sus ingresos. Durante la gestión del actual gobierno hubo una importante recuperación del empleo, sin embargo hay franjas de trabajadores cuyos ingresos corren por detrás de los precios. El tema del salario está directamente ligado al apoyo a las Pymes, principales generadoras de empleo, de riquezas y amalgama del tejido social y cultural.

En la otra vereda proponen el modelo contrario. Ya no lo ocultan como hizo Macri en el 2015, quien no trepidó en mentir inspirado en el ejemplo de Carlos Menem. Ahora dicen que “dinamitarán el régimen kirchnerista”, se debe “terminar con el peronismo” y “poner orden contra el pantano populista”. Intentan abrirse paso con consignas extremas que descalifican a identidades históricas de grandes mayorías sociales y políticas. El primitivismo ideológico de esos discursos larretistas y bullrichistas, se compadece con antiquísimos planteos de la ultraderecha. Intentan arrastrar a diversos sectores de la sociedad a esas narrativas polarizantes, claramente antidemocráticas. Esta línea de acción es pariente cercana del griterío de Milei, quien contacta con una variedad de disconformidades sobre la política y los políticos y la falta de soluciones a problemas crónicos de índole económica y laboral. Estas insatisfacciones materiales e ideológicas se complementan con la dilución de una épica colectiva de carácter nacional, popular y patriótica. Así resulta que Milei es la expresión de la rebeldía, y los cambiemitas son los revolucionarios.

En nuestra ciudad, los amarillos transitan por los mismos carriles ideológicos y simbólicos. Lousteau competirá con el píccolo primo del hijo del viejo Macri. Sus expresiones para definir el carácter de su interna, fueron lastimosas: “va a ser lindo, activo y divertido”. La “ola progresista” representada por el radical Lousteau, también se presentó con ideas y eslóganes propios de venta de jabones de tocador: “…hay continuidad y cambio…sigamos mejorando Buenos Aires”. Corona su discurso desteñido con “la ciudad se ha transformado, gracias a todos los que trabajan para que sea posible”. La nada misma. En la parte de propuestas también se lució por su medianía para afrontar los verdaderos problemas ecológicos, los núcleos de pobreza, las carencias de las clases medias, la falta de políticas de vivienda, la crisis terminal del código urbanístico concluyendo con una idea pretendidamente novedosa: “hacen falta viviendas en el barrio sur de la ciudad”. Todos juntos en un gran vacío ideológico y de un conservadurismo disfrazado de moderno para afrontar los problemas de vecinos/as y ciudadanos/as porteñas.

Nota publicada en Página/12 el 05/07/2023

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La derecha unida contra el pueblo jujeño

Página/12 | Opinión

pagDefinitivamente, si hay una metáfora política que, a la luz de los hechos ya es imposible sostener, es la que diferenciaba a la dirigencia de Juntos por el Cambio entre un “centro derecha moderado” y otra derecha radicalizada. Tal división ocupó por un largo tiempo un lugar destacado en los editoriales de reputados analistas políticos, con el propósito de confundir a la opinión pública y al electorado maquillando propuestas de derecha dirigidas a sectores democráticos y distantes de la política, reacios a posturas más conservadoras. Luego de la violenta represión desatada en Jujuy por orden del gobernador radical, Gerardo Morales, y del unánime apoyo de toda la dirigencia de JxC, ya nadie puede sostener aquello tan zarandeado de los matices al interior del PRO, ni de las diferencias entre Bullrich, Larreta, Lousteau, Carrió y Mauricio Macri. Los cinco de la foto infame reivindicando a Morales y a sus violencias contra el pueblo jujeño, zanjaron definitivamente el debate sobre las tonalidades de la derecha. Su homogeneidad a la hora de defender la represión y una reforma constitucional autoritaria, que elimina derechos democráticos, los ha mostrado tal y como son, sin contradicciones ideológicas ni programáticas. El debate colombófilo ha llegado a su fin, al igual que la metáfora que lo sostenía.

De Bullrich a Larreta, pasando por Lousteau, Pichetto y Santilli, el pleno dirigencial de JxC, convalidó la represión como instrumento político para materializar lo que ellos llaman “el cambio contra el kirchnerismo”. Despreciaron deliberadamente los llamados de legisladores, gremialistas, políticos y de los trabajadores desde las calles, a cesar con la violencia y abrir canales de diálogo. No trepidaron en descalificar a los organismos internacionales. Tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dependiente de la Organización de Estados Iberoamericanos, el alto comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, como organizaciones no gubernamentales, particularmente Amnistía Internacional y Human Rights, convocaron al cese de la violencia estatal contra los pueblos originarios, maestras y maestros, y sobre el signo regresivo de la reforma. El gobernador, ahora candidato a vicepresidente, transformó a Jujuy y su pueblo en un laboratorio de lo que harán a nivel nacional en caso de triunfo electoral: si hay que recortar derechos y reprimir para garantizar el saqueo de los recursos naturales, las balas, las leyes, los jueces y la violencia estatal serán puestas en práctica tal cual lo advirtieron. El “bueno”de Larreta fue más elocuente que nunca: “A Morales no le tiembla el pulso, es una persona de acción”. Con el fetiche del “kirchnerismo” colocado como enemigo a vencer, presentan como si fueran novedades las remanidas reformas antipopulares de ajuste y extranjerización económica. Lo hicieron cuando gobernó Macri, ahora lo volverían hacer más rápido. En esta circunstancia concreta el “más rápido”, no debe leerse en términos de tiempo, sino de sometimiento por el uso de la violencia y el miedo.

Todo indica que la prédica ideológica del “moderno” fascista Javier Milei va germinando, pero los frutos no solo se acumulan en su canasto, sino en otros más amplios de las derechas. En esos espacios políticos culturales el debate se ha corrido hacia conceptos, símbolos y posturas más extremas. Las propuestas políticas de la oposición están inficionadas por el discurso de odio, extremando la polarización como forma de descalificar a otros y de eludir el auténtico debate de ideas. Las represiones que salieron a la luz pública intentan justificarse con argumentos y construcciones narrativas tan primitivas como falsas. A la salida de la dictadura y ya en la fase de reconstrucción democrática, la derecha necesitó camuflarse, mentir y moderarse discursivamente. En 2015 logró presentar un emergente, hijo de un empresario advenedizo y exitoso, enriquecido por sus negocios parasitando al Estado, que ganó la elección con aquello de la “Revolución de la Alegría”. Hoy se siente legitimada para mostrar su verdadero rostro. El deslizamiento de JxC hacia postulados de ultraderecha ha quedado cristalizado por el obligado experimento jujeño frente a la lucha de los pueblos originarios y docentes que conmovió al país.

Desde esa lógica de poder ahora se proponen arrastrar a la sociedad a su narrativa, que incorpora la justificación de su violencia contra los que perturban el “orden y la tranquilidad” en la calles. Subestiman la experiencia social – cultural de nuestro pueblo que vivió y fue víctima de la dictadura pensada por núcleos ideológicos y empresarios civiles, y que también experimentó el fracaso de los postulados de la derecha que terminaron en la catástrofe del 2001. Todo indica que tanto el PRO, como los radicales y Milei están vendiendo la piel del oso antes de cazarla, como si se pudiera borrar la memoria social y política. Los años venideros no serán de felicidad, ni de repunte económico, ni de distribución, si vuelven a gobernar quienes han realizado la mayor transferencia de recursos que se tenga memoria desde los sectores medios y populares hacia los núcleos de privilegios, bajando salarios, endeudando al país, reduciendo el rol social del estado, recortando derechos culturales y destruyendo a las Pymes. El futuro estará dado en la aplicación de un modelo económico social y cultural que tenga la disposición política para extraer riqueza de los sectores económicos más favorecidos (los cuatro vivos que siempre ganan) asumiendo la inevitable conflictividad del caso. El propósito principal debe ser distribuir estos bienes que la naturaleza nos ofrece a manos llenas entre los millones de desfavorecidos: los núcleos humildes y las clases medias; y que defiendan nuestros fenomenales recursos naturales protegiendo a los pueblos y a la naturaleza que los circunda como así también su valor económico, y que continúe por el camino de generar nuevos derechos, sociales y culturales.

Como decía aquel filósofo del norte el problema principal es la derecha, por lo tanto, no hay duda en qué lugar estaremos militando.

Nota publicada en Página/12 el 28/06/2023

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CABA: participación ciudadana vs. autoritarismo

Página/12 | Opinión

acunaDesde esta columna venimos señalando que lo central del debate acerca del presente y futuro de nuestra ciudad está planteado en la contraposición entre el proyecto político e ideológico de Juntos por el Cambio y el programa de Unión por la Patria que está en sus antípodas ideológicas. Uno se sustenta en los conceptos y líneas de acción de la derecha moderna que amalgama a viejos núcleos tradicionales reaccionarios junto a otros que “renuevan” el discurso y han logrado sumar en los últimos tiempos nuevos adherentes, particularmente de sectores que abrevaron históricamente en la identidad del radicalismo. Su antítesis se sustenta en otras tradiciones políticas y culturales: el peronismo como núcleo principal, con una fuerte y determinante impronta kirchnerista en el eje principal. A partir de las rupturas con el establishment iniciadas por Néstor y continuadas por Cristina, al espacio se sumaron fuerzas de izquierda progresistas, y se obtuvieron logros trascendentes en materia de distribución de ingresos, de recuperación y creación de nuevos derechos culturales y civiles, una clara política de reivindicación de los derechos humanos enfrentando a las rémoras de la ultra derecha dictatorial. El fenómeno kirchnerista fue concitando otros apoyos de la ciudadanía independiente, de la tradición del progresismo cristiano y de bastos núcleos juveniles que se sintieron interpelados por una notoria novedad histórica. La actual encrucijada en nuestra ciudad plantea nuevamente el gran reto de configurar un amplio espacio político cultural que oriente las estrategias públicas y el gigantesco presupuesto porteño al desarrollo de una Ciudad que priorice la reducción de las cada vez más marcadas desigualdades sociales, el cuidado del medio ambiente acorde a las necesidades actuales de una gran urbe, el acceso a la vivienda, particularmente para los jóvenes, una mejora radical de la educación y la salud pública, un servicio de transporte ecológico y eficiente y una planificación del Estado con participación ciudadana, para que sea el pueblo porteño y no el mercado el principal beneficiario de la administración gubernamental. Desde hace más de tres lustros el gobierno macrista desprecia lo público, no solo en lo relativo al rol del estado garantizando derechos en representación de las mayorías, ahora subordinadas al poder económico de corporaciones empresarias como la de los constructores, sino potenciando lo público como espacio e instancia de participación y vida colectiva.

La reciente filtración de un video que muestra a la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, declarando la necesidad de desplazar de la comunidad educativa a las cooperadoras escolares, es otro ejemplo de la ideología que alimenta al Gobierno de la Ciudad y que tiene como precepto el rechazo a toda forma de participación de la ciudadanía en la cosa pública, y más aún que se organice para aportar a los asuntos relativos a la vida común. Allí donde exista una participación activa, democrática y genuina de los y las vecinas, el gobierno porteño ejecuta todas las medidas que estén a su alcance para impedirlas y anularlas, llegando hasta la aplicación de sanciones, la activación de procesos judiciales y la intervención. A la condena se le suma la estigmatización, proyectando connotaciones descalificantes relacionadas a la política y la ideología, culpabilizando a los núcleos humildes, abarcando el rechazo a toda idea relacionada con el valor de lo público, llegando inclusive a la negación de la educación laica, gratuita y obligatoria, al igual que la salud pública. La Ministra no considera al pueblo como ciudadano sino como votante a quien se modela desde la propaganda. Esta derecha “moderna” ha creado la idea de la meritocracia revestida de apoliticismo, presentándola como un nuevo valor fundamental para la vida. La ofensiva contra docentes y estudiantes; el rechazo a las audiencias públicas ciudadanas que se pronunciaron masivamente contra la venta de la ribera porteña, al igual que otras iniciativas populares como el creciente movimiento barrial en defensa de sus identidades y de su espacio urbano; el reciente desalojo con represión en la Casa Pringles, un espacio que estaba habitado por mujeres y niños que escapaban de situaciones de violencia, dan cuenta del profundo desprecio larretista hacia la gestión comunitaria y las más elementales nociones de vida y respeto al medioambiente común.

La idea central de participación activa de la ciudadanía desde cada barrio y comuna, escuela o centro social y cultural choca contra el modelo del PRO. ¿Cómo entender la impugnación y rechazo para que las cooperadoras escolares participen de la gestión de la calidad del servicio de viandas que las empresas contratadas entregan a sus hijos? La misma lógica explica la negativa a los reclamos para que se detengan las construcciones de edificios monstruosos que nos sacan espacios comunes y plazas y en cambio agregan calor y polución. El gobierno porteño continúa privilegiando su sociedad con los grandes negocios que lucran con lo público. No se trata de hacer una crítica simplista a lo privado. El poder público debe convivir con la actividad privada aportando la máxima eficiencia a la calidad de los servicios a los usuarios. La conjunción de planeamiento estatal, participación pública y el rol del sector privado debería ser un novedoso modelo de gestión.

Los y las porteñas habitamos una ciudad expulsiva e insolidaria cada vez más polarizada que refuerza prejuicios y deteriora la calidad de vida de los sectores medios y bajos. La inscripción de los niños a la escuela se ha transformado en una odisea y cada vez resulta más difícil alquilar una vivienda La ciudadanía porteña merece un gobierno diferente, con una orientación que favorezca las necesidades, aspiraciones y deseos de las mayorías, que tenga como meta generar los espacios políticos e institucionales para la participación activa del pueblo en la gestión y para la construcción de una convivencia virtuosa y democrática.

Nota publicada en Página/12 el 21/06/2023

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Represión y ajuste: ¿el futuro anticipado?

logopsolEl Partido Solidario condena enérgicamente la salvaje represión que ha ordenado el gobernador de la Provincia de Jujuy, Gerardo Morales, contra el pueblo jujeño y demanda la urgente liberación de los detenidos y detenidas.
La policía ha disparado con gases y balas de goma contra la multitud integrada por organizaciones sociales, pueblos originarios y docentes que se oponen a una reforma constitucional que limita derechos, entre ellos el derecho a la protesta.
El ataque contra los manifestantes ha  dejado como consecuencia numerosas detenciones y varios heridos de gravedad.
La limitación del derecho a la protesta y la futura implementación de planes de ajuste son dos componentes de una misma estrategia local y nacional.
Jujuy anticipa el futuro de la Argentina en el caso de que se produjera un escenario de retorno de Juntos por el Cambio al gobierno de la nación.
Como será de grave la situación que hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) con sede en Washington, se ha pronunciado en contra de la represión y ha llamado con urgencia al diálogo.
En un comunicado señala: “La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) observa con preocupación las acciones que se llevan a cabo para disolver a las protestas en la provincia de Jujuy en Argentina, una de las provincias con mayor población indígena auto reconocida”, detalla un comunicado del organismo compartido por la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“La CIDH llama al Estado a respetar el derecho a la libertad de expresión, los estándares interamericanos del uso de la fuerza, y a llevar a cabo un proceso de diálogo efectivo, inclusivo e intercultural, en que se respete los derechos sindicales y de los pueblos originarios”, reclamó el organismo internacional.
El Partido Solidario convoca a apoyar al pueblo jujeño en su oposición a una reforma que, entre otras cosas, criminaliza la protesta social y  no cumple con “la debida consulta a los pueblos indígenas, de acuerdo con los estándares interamericanos e internacionales”
Asimismo, exigimos al gobierno de Jujuy el inmediato cese de la represión y  la liberación de todos los detenidos y detenidas.

Carlos Heller, Presidente del Partido Solidario
Juan Carlos Junio, Secretario General del Partido Solidario

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CABA: El Primo y Larreta, el mismo modelo de Mauricio

Página/12 | Opinión

larretaprimoAtravesamos días decisivos para las definiciones de alianzas y pre candidaturas electorales. Los nombres de quienes representen a cada partido son trascendentes, sin embargo, es imprescindible elaborar y presentar un programa que se constituya en proyecto y en meta de las fuerzas que lo integran. Ese compromiso con el pueblo es el camino para la superación de la vida política, mejorando y afirmando nuestra democracia. En el caso del Frente de Todos, la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, planteó los ejes centrales en su reciente discurso ante el pueblo en la Plaza de Mayo. La discusión electoral planteará la disyuntiva entre dos modelos de país muy diferentes, que conlleva una discusión de fondo: quién conducirá el proceso social y productivo: el Estado asignando recursos y distribuyendo el ingreso, o el mercado, más concentrado que nunca, que el PRO promete acentuar en beneficio de un puñado de grupos económicos, dejando al borde del camino a millones de compatriotas que conforman hoy los sectores medios y populares.

Si bien la atención electoral y el debate público rondarán en torno a lo nacional, los y las 3.120.000 ciudadanos que constituyen el pueblo porteño, están compelidos al reto de cambiar el actual modelo instalado en nuestra Ciudad, proponiendo un programa que contenga principios y valores contrapuestos a los que orientan el proyecto del PRO, que gobierna desde hace más de 16 años. Una aclaración pertinente sobre la idea del modelo: así como no resulta relevante a nivel nacional que Juntos por el Cambio proponga a Bullrich, Larreta o Morales; en el ámbito porteño tampoco hay distingos importantes entre Jorge, primo del hijo del Macri fundador, quien pretende ser Jefe de Gobierno, o los radicales de Martín Losteau, quien ostentó durante el gobierno de M. Macri el importantísimo cargo de embajador en Estados Unidos, y acompañó el viraje conservador de su partido, allanándose al rol de cabeza de ratón de la derecha. No importa cuánto peleen, participan del mismo proyecto que nos está llevando velozmente a una ciudad cada vez más difícil de habitar, con graves problemas medioambientales y grandes desigualdades sociales.

En 16 años de aplicación ininterrumpida de neoliberalismo, en la CABA la contaminación no paró de crecer, redujo considerablemente sus espacios verdes, se agudizaron los problemas de acceso a la vivienda, el gobierno impulsa que la salud y la educación públicas se eliticen en términos de clase social como consecuencia del sistemático recorte presupuestario, y de un discurso que machaca contra la docencia, las agrupaciones gremiales y la comunidad educativa. Un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) confirma un planteo que desde la oposición política de la CABA se viene señalando: la salud y la longevidad de los y las porteñas está más influenciada por su radicación geográfica (en una clara línea divisoria norte – sur), por su posición socio económica y sus condiciones habitacionales; que por factores genéticos o condiciones clínicas. Es decir, que el entorno urbano determina la expectativa de vida. ¿Se explicará este fenómeno por una Buenos Aires que tiene muy mal distribuidos los pocos espacios verdes que le quedan, luego de vender o concesionar más de 500 hectáreas al sector privado? ¿Será por la falta de insumos y de personal en los hospitales públicos? En cuanto a la contaminación ¿se relacionará con el atraso en la extensión de subtes, la falta de inversión e innovación en el transporte público utilizando energías contaminantes o con la descontrolada edificación, cementización y deforestación de la arboleda de la ciudad?

Estas notorias debilidades en nuestra calidad de vida son consecuencia de un modelo que hace del estado un mero instrumento para el avance del mercado, en el que los derechos ciudadanos no son más que una cuestión irrelevante que se utiliza para la propaganda. Hay un ejemplo palpable que pinta las gestiones del PRO: las viandas escolares. En las escuelas públicas porteñas existe un servicio de alimentación que brindan 19 empresas, cuestionadas por casos de intoxicaciones por el mal estado de los alimentos que entregan a nuestros pibes y pibas, y por la insuficiencia de las raciones, que además son de baja calidad nutricional.

Se trata de empresas que reciben grandes cantidades de dinero del erario público mientras el gobierno reduce la cantidad de becas alimenticias aplicando una metodología subrepticia burocratizadora para obstaculizar el acceso a las mismas. Es decir que sin hacerse cargo de la alimentación de la totalidad del alumnado, estas empresas incumplen con el servicio para potenciar su rentabilidad. ¡Más ganancia, menos comida de calidad para los niños/as! El modelo macrista no ve necesidades ni derechos, sino negocios para el capital privado. Está en su naturaleza por su ideología, propia de los intereses económicos que representa.

La contracara a este pésimo servicio de viandas es justamente la que emerge de la organización de la comunidad educativa que muestra cómo con mayor participación y compromiso, se puede ser eficiente para resolver cuestiones que nos atañen como ciudadanos/as. En solo cuatro escuelas porteñas las cooperadoras escolares se encargan de la comida que reciben los estudiantes, superando ampliamente en calidad nutricional al servicio que el estado macrista terceriza en privados. Una de esas cooperadoras, la de la escuela Álvarez Thomas, fue sancionada e intervenida por el ejecutivo porteño.

El gobierno de la derecha no solucionará ninguna problemática de los y las porteñas, por el simple hecho de que su modelo no prioriza al conjunto social, conteniendo solidariamente sus diversidades. Si este proyecto conservador se aplicara en jurisdicciones más grandes con menos recursos o en la nación, las consecuencias generarían un gran deterioro en la vida del pueblo y la propia soberanía. Queda claro que el problema no son las personas, es el modelo de las derechas y ultraderechas que se presentan como “modernas”.

Nota publicada en Página/12 el 15/06/2023

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Un inicio racista del primo Macri

Página/12 | Opinión

humedalesUna vez más nuestra plaza histórica fue escenario de un notable acontecimiento político: celebramos el aniversario de la Revolución que nos liberó del colonialismo, luego de 300 años de dependencia de la monarquía absolutista. Conmemoramos los 20 años del advenimiento a la presidencia de Néstor Kirchner, que daría nacimiento al kirchnerismo como fenómeno político, social y cultural. Estos grandes simbolismos se amalgamaron con otro elemento determinante de la lucha política: la multitudinaria presencia del pueblo, cantando bajo la lluvia, y compartiendo con Cristina Fernández de Kirchner, su líder, la emoción y la expectativa del encuentro.

Luego de este suceso que será un punto de inflexión de los tiempos por venir, el flamante candidato del PRO, elegido por un extraño e insondable “democrático sistema de encuestas”, inició su campaña repudiando a la gente que vive en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires, incluyendo a familias con sus hijos. Todo indica que alguna encuesta le indicó que ese dramático problema social le resulta molesto a una parte del electorado porteño. El píccolo primo de la famiglia tandilense Jorge Macri no trepidó en subirse a la ola mediática de rechazo clasista: “Hoy los cajeros automáticos se han transformado en monoambientes de algunos. Se apropian de sectores de la Ciudad”. No sólo oculta los ataques y violencias del Macri verdadero a las personas en situación de calle de su tristemente célebre UCEP, inventada por el actual prófugo Pepin Rodríguez Simón, sino también la política de desfinanciamiento para ayudar y contener a dicha población o el subregistro estadístico con el fin de relativizar su presencia ante los vecinos. Para completarla, sostuvo que hay 3 mil personas en esa situación, lo cual es una vulgar mentira, ya que el censo popular realizado a pie durante varios días estableció que son 9 mil. Redondeando su patético relato racista pontificó: “Un tercio de ellos tienen problemas de adicciones y salud mental”.

El píccolo primo Jorge comenzó su campaña con un discurso continuador de sus antecesores de derecha: en vez de propender a que en la sociedad porteña crezca una conducta integradora y solidaria entre sus diversidades sociales y culturales, apuesta a incentivar el rechazo de unos hacia otros, retomando la vieja idea de las dictaduras de expulsar a los “indeseables” de las distintas minorías. El mismo oportunismo de todas las épocas que subestima el sentido democrático y humanista de la mayoría del pueblo porteño. Lo nuestro siempre se sustenta en su contrario: convocar a una vida social que favorezca y construya lazos solidarios frente a las desigualdades, las carencias y el dolor de la gente con quienes compartimos la vida cotidiana en las escuelas, en los centros de trabajo, en los barrios de la Ciudad. Ese camino nos orienta hacia una convivencia más fraternal. Esta línea de conducta señala un norte hacia donde caminar, no es una cuestión utópica ni retórica, por el contrario se trata de una concepción política que tiene todas las posibilidades de materializarse en los planes de un gobierno auténticamente democrático.

Los principales responsables de gestionar la Ciudad están abocados a la campaña electoral, de allí que crecen los reclamos de sectores muy diversos ante la pasividad del gobierno. Uno de los más trascendentes, por su carácter estructural y permanente, es el de vecinos de muchos barrios, quienes rechazan el avance de los negociantes de la construcción, generadores de la destrucción del diseño arquitectónico barrial, con su consecuente daño ecológico. En los últimos días, el vecindario de Chacharita, se sumó a los reclamos de otras barriadas, como Villa Ortúzar, Caballito, Palermo, Belgrano, Villa del Parque, Núñez y Parque Patricios. Todos se oponen al código urbanístico aprobado bajo la inspiración del PRO en el 2018, que entre otros tópicos, autorizó elevar las alturas en distintos lugares de la Ciudad, a partir de lo cual se potenció el negocio de los capitalistas inmobiliarios. Así es que se multiplicaron los grandes edificios para los cuales necesitan “tierra”, o sea, demoler las casas, pagando precios desorbitantes por ellas. Como relata el periodista Santiago Brunetto de este diario, los vecinos de Chacarita sumados a las protestas se tomaron el trabajo de construir un mapa de las obras, los terrenos baldíos, las casas en venta y las demolidas. Del mismo surge el cambio drástico de la arquitectura, con el consecuente daño a la calidad de vida de los vecinos: menos verde, menos luz y sol, más calor y más polución. En Chacarita, al igual que en otras zonas de la Ciudad, se acentúa el peligro de que la infraestructura que sostiene los servicios públicos vitales, sea superada por el desenfreno de la construcción de edificios que inevitablemente genera un abrupto crecimiento poblacional. Con el mismo propósito, núcleos ambientalistas, en este caso unidos a profesores y estudiantes, realizaron un acto de protesta en la reserva ecológica de Ciudad Universitaria en Costanera Norte, denunciando ante la opinión pública porteña que el gobierno se propone levantar otros tres edificios en el área protegida. Serían emprendimientos comerciales, lo cual, en opinión de los asambleístas serán dañosos, en una zona de alta biodiversidad. El proyecto reviste tal gravedad, que el consejo directivo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA) se pronunció expresando su preocupación por el proyecto en ciernes.

Un elemento valioso en términos sociales y políticos de estos crecientes movimientos vecinales es la recuperación del protagonismo de la sociedad porteña en defensa de su calidad de vida, de su barrio y de su ciudad. La forma asamblearia que se fue instituyendo posibilita un sentimiento de participación auténtica, de carácter colectivo, superador de las identidades culturales y partidarias. Hasta el presente, han logrado triunfar los vecinos de Belgrano y Núñez, sin embargo se multiplican los nucleamientos en otros barrios confiando en que con su cooperación y militancia lograrán cambiar el actual sentido de las políticas que los perjudican, confiando en que su lucha logrará resultados en un sentido positivo para la comunidad.

Nota publicada en Página/12 el 07/06/2023

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